Un estudio realizado por la Organización Internacional para las Migraciones con el título "Viajes fatales: Seguimiento de vidas perdidas durante la migración" revela que más de 3.000 personas han muerto durante 2014 tratando de cruzar el mar Mediterráneo hacia Europa.
Los eritreos componen el grupo más grande, seguidos de los sirios. "La tortura, la detención arbitraria y las severas restricciones a la libertad de expresión, la libertad religiosa y de asociación siguen siendo rutina en Eritrea", denuncia Human Rights Watch.
Un encuentro en Johannesburgo revela la necesidad de que los países africanos acojan a los refugiados del continente.
Fuente: Mail & Guardian
Traducción/Edición: Bk
El Muni