Confidencial: «Por culpa de mi cuñada, mis suegros me acusan de ser una bruja. Aquí expongo los hechos y las razones que esgrime mi familia política».

«En primer lugar, mi cuñada sale y entra a cualquier hora, en cualquier momento.

La hice saber a mi cuñada que éste no era su hogar como para hacer lo que la viniera en gana. Eso me valió las represalias de mi familia política.

Un día, mientras mi hombre estaba en el trabajo (trabaja en un hotel, a donde va todas las noches para regresar por la mañana, temprano), la chica llega a la una de la madrugada y llama a la puerta.

Teniendo yo un niño de 5 años, era la única que tenía que abrir la puerta. Pero, esta vez, mi cuñada durmió afuera porque no soy su chacha. La postura que yo adopté, casi me cuesta mi matrimonio.

Ahora me acusan de ser bruja y que tengo reacciones demoníacas.

La madre de mi marido le ha aconsejado que se divorcie. Le pareció inconcebible que yo no le abriera la puerta a su hija de 26 años.
 

Gracias a Dios, mi esposo no cedió a las presiones de su familia para romper nuestro matrimonio. Eso sí, me he visto obligada hacerle una copia de llaves a mi cuñada.

A partir de entonces, la señora cuñada entra y sale como le da la gana, a cualquier hora, de todas las formas posibles..., en mi propia casa.
 

¿Qué me aconsejan? ¿Que debo hacer ?»

Fuente: reinedafrique.com; netafrique.net
Traducción / Edición: Bk

El Muni