Cuento con desenlace un tanto triste, pero necesario, si os parece.
El amor de una madre vaca.
Una vaca, junto a su ternero, descarrió.
El ternero siempre pegado a su madre, estaba en edad lechera, iban adentrándose en la estepa lejos de su granja.
Cuando mamá vaca se quiso dar cuenta de la situación, se vieron cercados por una jauría de lobos.
Durante doce días y doce noches mamá vaca sostuvo una lucha encarnizada con los lobos, defendiendo su vida y la de su ternero.
Al final, sin saber exactamente cómo, se rindieron los lobos. Horas más tarde, mamá vaca y su ternero fueron rescatados y llevados de vuelta a la granja.
El rescate de la vaca y su hijo fue celebrado en el pueblo con gran jolgorio tal que el alcalde propuso condecorar a mamá vaca con las Medallas al Mérito y al Valor.
Razones que expuso el alcalde para tan singular galardón, fueron que mamá vaca había demostrado tener un amor de familia como pocos humanos lo hayan tenido; que mamá vaca, en su amor materno, había luchado con valor y firmeza, derrotando a los adversarios por salvarse ella y salvar a su hijo.
Cierto es que más de un lobo se llevaron unas cuantas cornadas mortales.
Resultó posteriormente que, ya mamá vaca de vuelta a su granja con su granjero, éste se dispuso a hacer lo que los lobos no habían logrado hacer: matar a mamá vaca.
Las razones que esgrimía el granjero: que si esa vaca había logrado vencer a una manada de lobos con su cornamenta, ¿qué le faltaba hacer en la vida?
Dedujo el señor granjero que existía la posibilidad de que él mismo fuera a ser víctima de la bravura de su propia vaca.
Así, mamá vaca acabó en un matadero, una mañana del 18 de julio del año del Señor.
Espero que os haya gustado.
Bk
El Muni
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