Los gobiernos europeos conocen bien la gran dependencia que tiene de Europa buena parte del mundo, quienes no parecen saber que la padecen son los dictadores africanos, sus familiares y amigos.
Por eso la Unión Europea no deja de utilizar la prohibición de entrada a suelo europeo cuando la cree necesaria, así como la retención y congelación de los activos económicos de las dictaduras africanas en las entidades financieras europeas, como medida disuasiva y de castigo ejemplar.
Tristemente, los sátrapas africanos y sus gentes ni se han enterado de ello. Da la impresión como si vivieran en otro planeta, mientras Europa elebora decisiones que pueden afectar seriamente el futuro de esos malos gobernantes y sus descendencias de manera irreversible.
Todo está basado en la observancia, por parte de Europa, de una nefasta gobernanza de la que siempre hacen ostentación los dictadores africanos. [Punto de vista El Muni]
Imágenes de Aisha Muammar Mohamed El-Kadhafi.- El Muni.
Un tribunal de la UE levantó las sanciones contra la hija del linchado dictador libio.
Como parte de las sanciones impuestas en 2011 contra las violaciones de los derechos humanos en Libia, Aisha Muammar Mohamed El-Kadhafi estaba en una lista de personas que tienen prohibida la entrada en suelo europeo, sus activos financieros congelados.
En aquél momento, el Tribunal de Derechos Humanos de la Unión Europea aprobó las sanciones basándose en la "cercanía al régimen" de su padre.
El sultanato de Omán había acordado la concesión de asilo a algunos miembros de la familia Gaddafi en 2013, incluyendo a Aisha y a su hermano Hannibal, los dos buscados por la Interpol.
En 2014, la UE había cambiado sus sanciones, manteniendo a Aisha en la lista, después de haber rechazaado sus recursos de apelación.
Ella declaró que no había ninguna razón para mantener esta sanción después de la muerte de su padre y la caída de su régimen, lo que el tribunal ha aceptado ahora, ordenando a los gobiernos de la UE reembolsar las costas legales del caso a la hija del ex coronel libio.
Fuente: Jeune Afrique; netafrique.net
Traducción / Edición: Bk
El Muni