A veces pienso que ya podíamos ser novios hace mucho, mucho, mucho, mucho tiempo atrás; ¿piensas tú lo mismo?
¿A dónde irán a parar los besos que no nos hemos dado en todo este tiempo?
Y todas aquellas caricias, ¿qué habrá sido de ellas? Pobrecillas, las caricias, solo existen con el amor, con la ternura, el cariño, la empatía, con nuestra disposición y predisposición; se pierden sin haber existido porque no lo dispusimos así.
¿Y esas miradas de complicidad?, los pensamientos que no he podido leer en tus ojos, esa mirada tuya en la que no me he podido sumergir para profanar tu alma de mujer y amarte como un pecado, como una tentación irresistible.
Me pregunto que habrá sido de esos guiños que no hemos podido hacernos; pobrecitos los guiños, seducción en la confianza, lenguaje de entre mil y un lenguajes de amor.
Y tus andares, los que me he perdido porque no nos hemos dado paseos cogidos de la mano como pareja. El calor por caminar junto a ti, pasito a pasito, pierna y pierna, juntitos caminando...
Y esos susurros, aunque los lleve el viento, siempre quedan anclados para siempre en el oído de los enamorados.
A veces sueño con pasarte la esponja por la espalda mientras te duchas; arropándote con la toalla a tu salida de la ducha...
¿Cuántas veces nos habremos duchado solos?
En estos precisos momentos, estoy pensando que mañana podía ser el día, ese día que nos encontremos en el cruce de los caminos del devenir.
Y si eso ocurriera, te ahogaría a besos, vano intento tal vez por recuperar todos esos besos que no nos hemos dado en este tiempo, porque te necesito, porque te quiero; porque siempre te he querido y te querré, hasta el final de los tiempos, desde el momento mismo en que nos encontremos en ese cruce de los caminos del devenir.
Si esta noche soñara con besarte, habré llegado a la certeza de que ese mañana está más cerca que nunca.
Cariño, ¿opinas tú lo mismo?
Un beso tuyo cambiaría mi mundo...
Bk
El Muni