Esa participación financiera americana fue la continuación de la promesa en el mes de julio pasado, en Dakar, del presidente de los Estados Unidos Barack Obama, de sostener las Cámaras africanas extraordinarias.
«Estoy muy orgulloso de llagar aquí para anunciar que mi gobierno está dispuesto a donar un millón de dólares para sostener la investigación, la inserción, el proceso, el llamamiento a saber toda la verdad sobre el caso que a Hissène Habré concierne», declaró Stephen Rapp antes de añadir que el caso del antiguo presidente tchadiano tchadien es «un caso histórico y ciertamente ejemplar para Senegal».
El embajador itinerante americano encargado de crímenes de guerra rindió igualmente homenaje «a las víctimas tchadianas que luchan desde hace 23 años para que ese proceso sea una realidad», antes de concluir su discurso, agregó: «Ahora, los ojos del mundo se han vuelto hacia Senegal. Senegal se convierte en el epicentro de la justicia internacional en África»
Otra donación americana.
Otros fondos han sido prometidos o entregado al Tchad (dos mil millones de francos Cfas ó 3 743 000 dólares),
La Unión Européa (dos millones de euros),
La Unión Africana (un millón de dólares),
Alemania (500 000 euros),
Bégica (500 000 euros),
Bégica (500 000 euros)
,
Luxemburgo (100 000 euros).
Hissène Habré – refugiado en Senegal desde 1990 – está acusado de crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y tortura durante sus ocho años de poder en Tchad (1982-1990).
Dakar y la Unión Africana (UA) firmaron en diciembre de 2012, un acuerdo para la creación en Senagal de un tribunal especial con vistas a juzgar a Hissène Habré.
El carnicero de Ndjamena fue arrestado el 30 junio e inculpado el 2 julio a la espera de su enjuiciamiento.
Para el ministro senegalés de Justicia, Sidiki Kaba, el proceso que se avecina, si es justo y equitativo, será una lección.
El juicio de Hissène Habré, es AHORA !
El 8 de febrero, las Cámaras Africanas Extraordinarias, creadas específicamente para juzgar a Hissène Habré, fueron inauguradas en el Palacio de Justicia de Dakar.
El 26 de octubre del 2000, habiamos acompañado a 17 víctimas de Habré quienes habian venido a denunciar a su verdugo, escribe André Barthélemy.
Cerca de 13 años de lucha han desembocado en el juicio de Hissène Habré, el dictador verdugo y asesino quien ha dirigido el Chad entre 1982 y 1990.
Derrocado por una rebelión armada liderada por Idriss Deby, el actual Jefe del Estado chadiano, Habré se refugió en Dakar en diciembre del 1990, con todo el dinero que se pudo llevar.
Desde entonces, vive en la capital de Senegal donde lleva, con sus esposas y sus riquezas, la vida de un inversionista opulento y de un musulmán devoto.
2000-2013, el camino ha sido largo y sinuoso. Los obstáculos jurídicos, y en particular políticos, se han multiplicado y, digámoslo, hemos temido a menudo no lograrlo.
Todos los avances jurídicos que obteníamos se encontraban succesivamente neutralizados por la ausencia de voluntad política del presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, quien no quería generar un proceso en contra de su protegido, apoyado, a decir verdad, por una potente cofradía musulmana.
Es así que Wade rehuzó siempre tanto de juzgar como de extraditar a Habré. De hecho, Bélgica ha pedido tres veces la extradición de Habré después de haber la queja depositada por tres vícitimas tchadianas quienes habían obtenido la nacionalidad belga y trás haber efectuado una larga encuesta, de más de tres años durante las cuales el juez belga había estado él mismo en el Chad.
La condena de Senegal por la Corte Internacional de Justicia, luego de la queja de Bélgica, y en particular el fracaso electoral de Wade permitieron por fin salir del labirinto en el cual nos querían extraviar.
La Unión Africana ordenó a Senegal de juzgar o extraditar a Habré «en nombre de Africa».
Las Cámaras Africanas Extraordinarias son el fruto de un acuerdo entre la Unión Africana y Senegal, presidido ahora por Macky Sall.
Se trata de un «tribunal internacionalizado» que funciona en el seno de las jurisdicciones senegalesas, un proceso especial, destinado a enjuiciar únicamente los «crímenes internacionales cometidos en el Chad entre el 7 de junio 1982 y el 1 de diciembre 1990».
Los estatutos de estas Cámaras garantizan una aplicación estricta de los principios fundamentales en términos de:
juicio equitativo,
presunción de inocencia,
derecho de interrogar a los testigos de cargo,
de citar a testigos de descargo,
derecho para el condenado a solicitar la apelación…
En cuanto a las víctimas, pueden constituirse en parte civil a lo largo del proceso y un fondo de indemnización fue creado en su beneficio.
Los estatutos de las Cámaras Africanas Extraordinarias contemplan que «los resultados de las encuestas llevadas a cabo por las autoridades judiciales de otros Estados podrán ser utilizados» y que podran «validar cada elemento de prueba establecido por las autoridades competentes de los Estados requeridos».
Así el Fiscal del Tribunal Supremo podrá utilizar no sólo el informe de la Comisión de Investigación pero también el dossier belga. Finalmente el fiscal dispondrá del memorandum (72 páginas y 252 anexos) que le entregamos.
Todo está listo para un juicio modelo, que será forzosamente largo. El fiscal tendrá que presentar su sumario a fines de marzo.
Puerto de Dakar, Senegal
Habré será probablemente inculpado de genocidio, crímenes contra la humanidad, actos de tortura y graves violaciones del derecho internacional humanitario.
Despuès se aperturará la instrucción del caso: cerca de 15 meses. Por ende será en el segundo semestre del año que viene que el veredicto será pronunciado.
La condena se hará definitiva a principios de 2015, despuès de la apelación que Habré no dejará de solicitar.
Nos alegramos de ver llegar a su fin lo que el arzobispo Desmond Tutu llamó «larga telenovela político-judicial».
«El Pinochet africano» tendrá que responder de sus crímenes, treinta años después de haberlos cometido. La obstinación de las víctimas y las organizaciones que las apoyan han podido vencer todos los obstáculos erguidos contra ellas.
Esta feliz conclusión da testimonio que es cada vez más dificil para los culpables de crímenes internacionales, incluso si son Jefes de Estado, escapar a su castigo.
Milosevic evitó la condena solo por su propia muerte; Taylor, ex-Presidente de Liberia, fue juzgado y condenado por la Corte Penam Internacional.
Los criminales de Sierra Leona y Camboya fueron condenados por los tribunales internacionales: Rios Montt está siendo juzgado en Guatemala, Duvalier lo será en Haïtí y Habré en Senegal será el primer Jefe de Estado africano juzgado en tierra africana.
El Comité Internacional por el juicio equitativo de Hissène Habré agrupa:
la Association des Victimes,
la Ligue tchadienne de droits de l'Homme y la ATPDH (Tchad),
la RADDHO y la ONDH (Sénégal),
Human Rights Watch (Estados Unidos),
la Fédération Internationale des Ligues des Droits de l'Homme y Agir Ensemble pour les Droits de l'Homme.
Fuentes: RFI(Radio France Internationale),
André Barthélemy.