Etosha (Namibia)
En este libro cuenta todo lo que sabe de fotografía de fauna. Y es mucho, ya que Marina Cano lleva 15 años dedicándose a este campo, a los que hay que sumar otros 10 con la cámara a cuestas.
Toda esa sabiduría la vuelca en 'Inspiración + Naturaleza' (Anaya Photo Club), su último libro, donde detalla las claves de su técnica al tiempo que reúne sus mejores imágenes sobre el mundo salvaje.
Con ésta, titulada 'Heaven on earth' (El cielo en la tierra), quedó finalista en el prestigioso concurso Wildlife Photographer of the Year en 2015.
En algún lugar de África
Ésta es una de las pocas imágenes en las que Cano no identifica el lugar exacto. Se limita a mostrar a este solitario hipopótamo que ha soportado pacientemente la cortina de lluvia que le sitúa en un paisaje misterioso.
No en vano, la fotógrafa adora la lluvia, la tropical, ésa que "cala y transforma una escena común en un instante de olor a tierra salvaje mojada".
Kenia
Paisajes como éste pueblan el libro, presentado como un trabajo completo e inspirador, sin tecnicismos, con un lenguaje sencillo.
En definitiva, pone su técnica al servicio de la expresión que se refleja en las imágenes.
Botswana
La mayoría de sus imágenes proceden de África.
Allí, Cano se encuentra como en su casa, Santander, donde comenzó a 'capturar' animales. A través de ellos desgrana los cuestionamientos filosóficos que le surgen a cualquier apasionado por la fotografía.
Es la primera parte del libro, en la que también desvela el proceso técnico y práctico para realizar una imagen de fauna y naturaleza.
La segunda parte es un compendio de sus mejores obras, con una explicación sobre cómo se realizaron.
Cabárceno (Cantabria)
Cano posa con su cámara durante la presentación de su libro en Cabárceno, donde ejerció de guía fotográfica del parque.
Se lo conoce de sobra: en él comenzó a inmortalizar animales y es autora del libro 'Cabárceno'. De ahí que lo identifique con "una pequeña África en mi jardín".
Parque Kruger (Sudáfrica)
Este leopardo acaba de cazar una gacela y camina decidido entre las ramas de los árboles que habitan en la ribera del río Sabi, en el Parque Kruger de Sudáfrica.
Cano hizo la foto a una distancia focal de 560 mm con un objetivo 400 mm/2.8 + 1.4. La imagen está formada por dos horizontales.
Parque Kruger (Sudáfrica)
En la fotografía, dos buitres se acercan por unos instantes al mismo árbol.
La simplicidad de sus siluetas los reduce a una imagen gráfica como ésta, realizada en Sudáfrica.
Para Cano, se trata de un ejemplo de "fotografía emocional".
Islas Farne (Reino Unido)
Ésta es una de las pocas imágenes de Inspiración + Naturaleza tomadas fuera del continente africano.
Es una estampa de las Islas Farne inglesas, a las que Cano llegó tras adentrarse en una barcaza de desembarco incierto.
Nada más plantar un pie dio con estos frailecillos, cuyos ojos de "tristeza infinita" combinan impecablemente con sus picos de colores.
En las islas también hay cormoranes, charranes árticos, alcas, araos comunes...
Parque Masai Mara (Kenia)
Con sólo tres componentes, bebé, trompa y hierba, la fotógrafa quiso contar una historia de ternura "en la que nada alterna nuestra vista del sujeto principal".
Por eso, forma parte de su lista de instantáneas donde la máxima es "menos es más", muy efectiva, en su opinión.
Namibia
No podían faltar las fotogénicas jirafas en este universo salvaje.
Éstas, en concreto, emergen bajo un arcoiris después de un día de supuesto mal tiempo.
Porque un cielo dramático salpicado de nubes grises o una lluvia que provoca comportamientos extraños en los animales pueden traducirse en una oportunidad para dar a luz imágenes diferentes.
Parque Kruger (Sudáfrica)
Estos búfalos sirven para explicar las reglas de las imágenes de clava baja, en las que se reduce la información de la fotografía a su mínima expresión.
Con la subexposición lo que consigue Cano es ganar en dramatismo y misterio, creando un ambiente pictórico que puede transportar a los cuadros de aires barrocos y teatrales de pintores como Velázquez o Rembrandt.
Namibia
Esta superluna la captó la cántabra en Erindi, Namibia, en 2014.
Es una de las escasas imágenes en las que no aparece la fauna, pero en ella transmite igualmente los valores de la fotografía:
emoción, intriga, pasión, sorpresa... No en vano, su máxima es "Fotografío como respiro".
Kruger (Sudáfrica)
El texto que acompaña esta imagen en el libro se titula Creer en lo imposible y en él la cántabra cuenta que dejó su trabajo fijo como profesora de música para seguir su pasión, la fotografía.
Y de fauna, un mundo dominado por hombres donde no sólo ha conseguido hacerse un hueco sino brillar con luz propia.
Como ejemplo, fue finalista del prestigioso concurso de la BBC 'Wildlife Photographer of the Year' en 2015, además de firmar portadas en 'National Geographic'.
Kgalagadi (Botswana)
Esta foto tiene nombre propio: El Beso. Así la describe la cántabra en Inspiración + Naturaleza.
Ella lo ve como un momento de "intimidad mortal, de entrega dócil". También es consciente de que, a veces, el peor enemigo de un fotógrafo son las ramas.
Haciendo las oportunas contorsiones dentro del 4x4, logró inmortalizar el momento.
Erindi (Namibia)
La imagen de esta pequeña familia de guepardos fue la elegida para la portada del libro.
La protagonizan Jacomina, rescatada y reintroducida en Namibia por la Cheetah Conservation Fund junto a sus dos pequeñas, Savanna y Shandy.
Para la cántabra, es una de esas fotos que se consiguen una vez en la vida.
A la izquierda, Cano posa en Cabárceno, su parque.
Fuentes: www.photo-club.es; www.marinacano.com
Edición: Bk
El Muni