En el principio de los tiempos, buscaba la mejor ocasión, el momento propicio, el lugar más idílico, el soporte de comuicación más íntimo, para hacerte saber que por ti siento algo más que la sola amistad.
En la transición de los tiempos, yo perseguía el presente carnal, porque nuestras almas, solapadas ya estaban en el pasado remoto, como lo estarán en el futuro infinito:
sensación especial, solitos los dos,
en soledad acompañados,
una sola entidad:
Si me probaran como un manjar,
quiero saber a ti;
saberme
al calor, voluntario,
por nuestra soledad, purificados;
cuarentena
solo a ti me debo por ti,
Nuestra casita, tuya la fragancia de sus rincones;
el áura inunda los poros de mi piel, tus caricias;
resquicios de mi alma enamorada rellena,
al desagüe mis preocupaciones, tu sonrisa.
Cuando los dioses pronunciaron tu nombre,
en el útero de mi madre.
Nada más nací, me puse a buscarte;
y juntos emprendimos la marcha.
Recorrimos los caminos del devenir...
Y nos fundimos en un abrazo que nos acompaña día tras día,
hasta el final de los tiempos.
Bk
El Muni