Abudja, 12 abr 2016.
La Oficina de Asuntos Inter-confesionales del norteño estado nigeriano de Kaduna confirmó hoy el descubrimiento de una fosa común con unos 350 muertos a causa de los enfrentamientos entre el ejército y la milicia Boko Haram el pasado diciembre.
El director de esa organización, Muhammad Namadi Musa, refrendó al ofrecer la información la veracidad de varios reportes de distintas fuentes sobre la localización del enterramiento colectivo de personas ultimadas el 12 de diciembre en la demarcación de Zaria en esa región.
Musa aseguró a un grupo de investigadores sobre el hecho que al día siguiente recibió una llamada del gobierno regional para desplazarse al lugar junto al comandante de la Policía del Estado de Kaduna para determinar la cantidad de cadáveres y sepultarlos.
Entre los muertos había mujeres y niños, todos los cadáveres fueron trasportados por un convoy de camiones escoltados por el Ejército para ser enterrados, afirmó el funcionario en su testimonio ante los investigadores.
A raíz de aquellos enfrentamientos entre militares y milicianos chiitas, líderes de esa confesión desmintieron acusaciones castrenses respecto que su líder, Ibrahim Zakzaky, orquestó entonces un intento de asesinato contra el jefe del estado mayor del Ejército, general Tukur Yusuf Buratai.
Las alegaciones de los militares se basaron en que los chiitas erigieron en la zona una barricada para asegurar el paso de una procesión, que bloqueó el desplazamiento de un convoy donde viajaba Buratai.
El Ejército combatía en los territorios en que sucedieron esos acontecimientos a fines de 2015 contra el grupo extremista islámico Boko Haram, considerado terrorista por el gobierno y por la comunidad internacional, aunque organismos internacionales acusan tanto a esa organización como al ejecutivo de violar los derechos humanos.