Era un médico especialista en fertilidad, pero perdió su licencia por usar su propio esperma para inseminar pacientes.
Un médico de Canadá perdió su licencia por usar su propio esperma para inseminar pacientes. (Foto: The New York Times).- El Muni.
El caso salió a la luz después de que uno de los niños sintiera curiosidad por sus orígenes e investigara su árbol genealógico.
La sorpresa y la indignación se hicieron presentes en Ottawa, Canadá. Allí, un médico especialista en fertilidad perdió su licencia por haber usado durante décadas esperma erróneo, incluido el suyo, para inseminar a sus pacientes.
Imágenes del doctor semen.- El Muni.
El acusado se llama Bernard Norman Barwin, y su conducta fue calificada como "espantosa" y "reprensible" por un cuadro disciplinario del Colegio de Médicos y Cirujanos de Ontario, que también lo multó con 10.000 dólares canadienses (casi 7.600 dólares estadounidenses).
"Usted traicionó la confianza (de sus pacientes) y sus acciones afectaron profundamente a los individuos y sus familias y causaron daños irreparables que abarcarán generaciones", explicó el ente regulador en su decisión.
El médico, de 80 años, no se presentó a la audiencia, pero a través de sus abogados no cuestionó la decisión.
Barwin ya había renunciado a su licencia médica en 2014 después de haber sido condenado en un caso anterior por inseminar artificialmente a tres mujeres con el esperma equivocado.
Rebecca Dixon. - El Muni.
Ahora, Barwin también se enfrenta a una demanda de entre 50 y 100 nacimientos con el esperma erróneo, incluyendo 11 casos en los que usó el suyo propio.
A otro niño se le diagnosticó celíaca, que es genética, aunque ninguno de sus padres tiene la enfermedad.
Una de las afectadas: "Cuando me enteré, la verdad, me sentí despreciada y contaminada", aseguró en la audiencia.
Hace tres años, Rebecca Dixon conoció la verdad: su madre se había hecho tratar por Barwin para quedar embarazada junto a su pareja, pero finalmente el médico fue quien terminó siendo su padre ya que la inseminó con su propio esperma.
"En ese momento mi vida cambió para siempre".
De 50 a 100 bebés
El Sr. Barwin ya había dejado de practicar la medicina en 2014 después de una primera acción disciplinaria. Se le había declarado culpable de inseminar artificialmente a tres mujeres con el esperma de un mal donante, invocando en aquél entonces un error de manipulación en el laboratorio del banco de espermas.
Ahora es objeto de una acción legal colectiva para una serie de nacimientos, entre 50 y 100 bebés concebidos artificialmente con el esperma de un donante malo o con su propio semen en 11 casos, es decir, mujeres tratadas no con el esperma de su cónyuge ni con el del donante elegido de antemano.
"Mi vida ha cambiado para siempre".
Las prácticas de Norman Barwin habían salido a la luz cuando una de las niñas nacidas de la inseminación artificial empezó a buscar a su padre biológico mediante pruebas genéticas.
Rebecca Dixon explicó a la Comisión de Disciplina que ella supo tres años atrás, a la edad de 25, que el doctor Barwin era su padre biológico.
Se sintió "repulsiva" y "contaminada". "En ese momento, mi vida había cambiado para siempre", así como la de mi familia, explicó.
Su padre, gravemente enfermo, "tuvo que aprender a aceptar que la niña que él había criado y amado con tanta ternura no era su hija biológica", dijo.
En cuanto a su madre, "ella tiene que digerir el hecho de que algo extraño se metió en su cuerpo sin su conocimiento ni consentimiento, o en contra de su voluntad", según Rebecca Dixon.
"Me encuentro buscando personas que se parezcan a mí, que podrían ser medio hermanos o hermanas".
La joven dijo que ya ha encontrado 15 de esas personas y espera encontrar otras más.
Fuente: AFP; netafrique.net/
Traducción / Edición: Bk
El Muni