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El Muni

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Empecemos por un caso parecido al del general Victoriano Bibang Nsue Okomo, alias Efamba.

Publicado por Bokung Ondo Akum in Guinea Ecuatorial

Muchos guineanos y guineanas de la Guinea Ecuatorial, cuando delinquen en España acostumbran huir a su país, a sabiendas de que el coto privado de don Teodoro Obiang Nguema Mbasogo no tiene tratados de extradición con el reino de España.

 

Tal fue el caso de cierto ecualandés cuyo nombre me reservo. El hombre ya acumulaba multas de tráfico por conducción temeraria. El guineano de la Guinea Ecuatorial tenía el mal hábito de ir bebido al volante.
 

Cuando el de Ecualandia supo que la justicia española estaba ya a punto de apretarle las tuercas, simple y llanamente embarcó en un vuelo de España a Guinea Ecuatorial y recaló en Malabo.

 

Tengan en cuenta que el guineano de la Guinea Ecuatorial ya tenía la nacionalidad española. Lo que no termino de entender es si pensaba que con huir a su país de origen ya habría saldado sus cuentas pendientes con la administración de justicia española.

 

Ahora llega el momento crucial del asunto. Estando "alegremente" en Ecualandia, al ecualandés le llega la fecha de caducidad de su carnet de indentidad español. ¿Qué hacer para renovar dicho carnet de identidad?

 

Sabiendo que tiene multas de tráfico pendientes en España, el hombre se prepara para renovar su carnet en el reino. No parece que tuviera otra alternativa, y se trae consigo el dinero en la cuantía correspondiente para, de paso, saldar sus multas de tráfico.

Al día siguiente de su llegada en la capital de provincia donde residía habitualmente en España, el ecuato se dirigió al servicio de documentación de la comisaría cantral de la localida. El ecualandés se dispuso a esperar su turno en la sala de espera de la comisaría.


Cuando llegó su turno, los funcionarios del servicio de documentanción lo trataron en todo momento con toda la diligencia y trato respetuoso que corresponde a su trabajo y profesionalidad.


Una vez terminados todos los trámites, cuando el guineano de la Guinea Ecuatorial ya se disponía abandonar la comisaría, una agente uniformada lo requirió y lo invitó acompañarla a una sala contigua. Ahí le cantaron el rosario de sus delitos relacionados con la circulación vial.

 

Lo que vino a continuación puede parecer un chiste o una broma de mal gusto; pero, no lo es. En una democracia como la española, hasta los delincuentes tiene derecho al honor y a la privacidad.


Ahí es que cuando le esposan al guineano de la Guinea Ecuatorial, los agentes le recomendaron taparse el rostro, o con su carpeta o con su abrigo, para que pasara la menor vergüenza posible, ya que acaban de verlo entrar en la comisaría todo engalanado. El hombre no pudo menos que soltar una amarga carcajada, camino de los calabozos.

 

Cuando el de Ecualandia dijo a los agentes que llevaba consigo los dineros correspondientes a las multas que le impusieran y que iba presto a saldarlas, los agentes le respondieron que le correspondía al juez la última palabra acerca del modo a saldar dichas multas, con lo que su siguiente parada tenía que ser el juzgado, previo paso a los calabozos para estar a disposición del juez a la mañana siguiente.

Empecemos por un caso parecido al del general  Victoriano Bibang Nsue Okomo, alias Efamba.

Aquí viene el punto al cual quería yo llegar.

De un modo a la inversa, el que fuera una de las voces prometedoras de la música guineana de los años 1980, el actual general afecto en el estado Mayor del ejército ecualandés, don Victoriano Bibang Nsue Okomo, alias Efamba, hermanísimo de la primera dama, cuñadísimo de don Teodoro Obiang Nguema Mabasogo, viendo la oportunidad de hacerse multimillonario, se asoció con un ciudadano francés en una trama para la falsificación de dinero.

 

Cuando el ya general Efamba se dio cuenta que su socio, el francés, era un estorbo para sus aspiraciones de hacerse rico sin tener que verse obligado a repartirse los beneficios, tomó una decición drástica y la ejecutó sin pestañear.

 

Efamba tenia que hacerce con toda la maquinaria que el francés tenía ya lista para la falsificación de billetes. Este suceso tuvo lugar en Guinea Ecuatorial entre los años 1998 y 1999.


El asunto se trató en Ecualandia con las prerrogativas que le dispensan a todo miembro directo de la familia Obiang, tanto que don Victoriano Bibang Nsue Okomo, alias Efamba, el asesino de aquél aventurero francés, es hoy en día general del ejército ecualandés.

"Si no quieres tratar con determinada gente, al menos sepa disimular". Algo parecido hacen las potencias europeas con las dictaduras africanas, más aún, si se tiene en cuenta las materias primas que Europa codicia en África.

 

Cabe preguntarse si a Efamba se le había olvidado el haber dado muerte al francés que fuera su socio en la delincuencia solo para robarle y quedar impune a ojos de la República francesa.


Curiosamente, los potentados de Ecualandia como el general Efamba, obviando que su régimen es uno de los más detestados del mundo, no vacilan a la hora de hacer incursiones en Europa y resto de países del Occidente económico.


Parece como si se sintieran atraídos a Europa por una poderosísima fuera ineludible y hacer ostentación de su condición de gente petrodólar, como si estuvieran en una feria de Malabo o de Bata...

Empecemos por un caso parecido al del general  Victoriano Bibang Nsue Okomo, alias Efamba.

Hace algún tiempo que al general don Victoriano Bibang Nsue Okomo, alias Efamba, le entraron las ansias por tener un barco en propiedad, y mira por dónde que el cuñadísimo no pudo tener mejor elección donde encargar su barco que Francia, el país de origen del hombre que asesinó impunemente en Guinea Ecuatorial para robarle.

 

El general Efamba ya venía haciendo pagos por su pedido a través de intermediarios y, al parecer, le faltaba poco para teminar de hacer efectiva la compra, para lo que él mismo, en persona, se vio en la necesidad de trasladarse al país galo.


Con la paciencia de un camaleón, diecinueve años - se dice poco -, el gobierno francés ha estado al acecho en todo este tiempo, esperando echarle guante al asesino ladrón cuñadísimo, el general don Victoriano Bibang Nsue Okomo, alias Efamba, quien nada más terminar de hacer entrega de la última partida de euros por la compra de su barco, la gendarmería francesa lo invitó a una sala contigua, donde le cantaron el rosario de cargos que, según el Exágono, pesan sobre el ecualandés.

 

Lectores y lectoras ya se pueden imaginar cuál ha sido la siguiente parada del hermanísimo de la primera dama ecualandés.

 

Fuente: reservada
Edición: Bk

 

 

 

El Muni.