Divorcio varbal.
El actual Faraón de Egipto, el Presidente Al Sissi, pretende tomar nuevas medidas para facilitar el divorcio en su país. Tiene la intención de introducir un proyecto de ley sobre la reforma del llamado divorcio verbal.
Si la ley sale bendecida por el Parlamento, no habrá necesidad de seguir ningún proceso ante la disolución del matrimonio. Bastará una declaración simple, y el divorcio estará consumado.
Por ejemplo, con decir en voz alta ante las autoridades correspondientes, «¡me divorcio!», ya tendrás tu divorcio. Y prepárate, la separación podrá llevarse a cabo sin la presencia de un agente judicial que registre el desenlace, por consiguiente, eso hará reflexionar a los casados dos veces antes de tomar la decisión de separarse.
El enfoque del Presidente Al Sissi es reducir la tasa de divorcios que en su país se estima en un 40% de los matrimonios. Las estadísticas de 2015 son reveladoras, año en que Egipto registró 160.000 casos de divorcio por 900.000 matrimonios, lo que equivale a una ruptura matrimonial cada cuatro minutos.
Los informes indican que el 40% de dichos divorcios se produce en los primeros cinco años de matrimonio.
Este proyecto de ley también protegerá a los niños de los efectos psicológicos del divorcio, así como de las «conductas perversas». ¿Dicho proyecto de ley saldrá adelante por unanimidad en un país donde el Islam sigue siendo dominante? Merece la pena plantearse esta pregunta.
Ya se ha planteado que la «cuestión es susceptible de controversia y puede topar con reticencias en la opinión pública de una de las naciones más pobladas en el mundo árabe».
En Egipto, el matrimonio es jugoso debido a los gastos que genera. A guisa de la Santa Dote, el prometido debe proporcionar un apartamento y pagar parte de los muebles.
Frente a una coyuntura económica desfavorable y la elevada tasa de desempleo entre los jóvenes, la edad apropiada para el matrimonio se ha retrasado.
Fuentes: Yao L junior / Afrikmag; netafrique.net
Traducción / Edición: Bk
El Muni