/image%2F0864794%2Fob_cceff1_bokung-rondi2.png)
Su historia ha recorrido el mundo, cuando la prefectura de Mayenne (Laval, Francia) inició un procedimiento de expulsión contra Pauline Diedhiou, con el pretexto de que su matrimonio con un francés de 45 años mayor que ella se basó en intereses y no en el amor.
Si bien se paralizó el procedimiento y se renovó su permiso de residencia, la senegalesa de 25 años volvió sobre los hechos y, especialmente, sobre los motivos de su matrimonio con un francés de 71 años.
«Escuchen, he tenido novios senegaleses, es normal; pero ellos no me pidieron matrimonio. Este es el primero que me pidió matrimonio».
«Hay otros que vienen y nunca se casan, nunca quieren casarse. Así que le dije que sí a mi nuevo prometido», manifestó Pauline Diédhiou en un reportaje emitido por el programa «siete a ocho» de TF1, cuando el reportero le dijo que a su edad y su belleza, ella podía haber tenido un marido senegalés y además joven.
Convencida de que ese matrimonio era su destino, agregó: «Para mí, estaba escrito que mi esposo sería un hombre blanco y mayor». Esto es interesante, sobre todo para ella, que en Senegal, estar casada con un hombre mayor no está mal visto; forma parte incluso de los hábitos de la sociedad senegalesa.
Y para aquellos que piensan que su matrimonio se basa en intereses materiales, ella revela la deslucida situación económica de su esposo y los esfuerzos que debe hacer para que su hogar funcione normalmente.
«¿Saben ustedes cómo va nuestra casa...?, porque ni siquiera tenemos el dinero para la calentarnos. Apagamos la calefacción para ahorrar dinero. Mi esposo, habéis visto que está jubilado».
«Él no tiene suficiente dinero. Yo, como su esposa, tengo que salir y conseguir un trabajo para ganar algo de dinero con el que podamos tener una vida normal», dice ella.
Incluso si el procedimiento iniciado en su contra por la prefectura fue detenido y ella obtuvo un nuevo permiso de residencia, Pauline ya perdió su trabajo, un trabajo que consistía en reciclar libros en nombre de una asociación local, por 700 euros al mes (algo más de 450.000 FCFA).
Ella quiere tener hijos, pero su marido no.
Aun enamora, si es que lo está, Pauline tendrá que hacer una cruzar por los hijos, al menos mientras esté casada con Jean Yves Danvel.
De hecho, ella le reveló al reportero de TF1 que le gustaría tener hijos. Lo cual es bastante normal para una mujer de 25 años, casada. Sólo su marido de 71 años no quiere tener hijos.
Fue en 2012, durante una estancia de unos días en Senegal, cuando Jean Yves Danvel conoció a Pauline. Seis meses después, se casaron.
Un matrimonio reconocido por la Embajada de Francia en Senegal, y como tal, con el pasaporte conyugal, viajó a Francia para reunirse con su esposo.
Desde entonces, el matrimonio vive en Gorron un pueblo cerca de Laval, Francia.
Ella estuvo obligada a renovar su permiso de residencia cada año. Pero en 2017cumplió 5 años de matrimonio y se convirtió en ciudadana francesa de facto y ya no tiene que solicitar un permiso de residencia.
Fuente: jotay; Leuksenegal.com
Traducción / Edición: Bk
El Muni