Una joven a punto de casarse descubre antes de la boda que su prometido la engaña con otra. Entonces decide leer ante el altar los mensajes que éste intercambiaba con su amante en lugar de pronunciar sus votos de compromiso.
La joven de nombre Casey, vio sacudida su vida cuando descubrió el día de su boda que su prometido, Alex, la estaba engañando.
Mientras brindaba con champaña junto a sus damas de honor, unas horas antes de la ceremonia nupcial que la uniría definitivamente a su prometido, el mensaje de un número desconocido dirigido a la novia iluminó la estancia. El mensaje venía escrito en estos términos: "yo no me casaría con él, ¿tú sí?".
Una serie de capturas de pantalla que detallaban la relación de su prometido con otra mujer también adjuntó el siguiente mensaje: "este fin de semana, tú y yo, en marcha; que esto se está poniendo caliente. Ponte lo mejor de lo mejor, como solo tú sabes hacerlo".
En uno de los mensajes Alex, el novio, escribió: "tu cuerpo es increíble y, ya sabes cómo usarlo. Desearía que mi novia tuviera al menos la mitad de las habilidades y virtudes que tienes tú".
Cuando Alex dijo después que "nunca había tenido ese tipo de contactos", su novia, sorprendida, se derrumbó devastada.
La joven mujer se negó a cancelar la boda. Eso sí, decidió culminarla de un modo dramático, leyendo los llamativos mensajes de texto del novio a la amante durante la ceremonia nupcial, en presencia de decenas de testigos, sus invitados.
Casey, la prometida, declaró después a la digital Whimn que "mi prometido no tenía idea de lo que iba a pasar cuando yo me acercaba al altar".
"Llegué al fin ante el altar, respiré hondo y me enfrenté a nuestros invitados, a nuestros padres y amigos, y les conté la verdad sobre Alex.
Mientras leía cada mensaje que había recibido, Casey puso a su prometido al descubierto ante todos los que le conocían. Y después de que Alex saliera precipitadamente de la iglesia con uno de sus mejores amigos, la prometida anunció el fin de su relación.
"Hoy no habrá ni recepción ni celebración por la boda, sino una celebración por la honestidad, búsqueda del amor verdadero y seguir los dictados del propio corazón, incluso cuando te duela", dijo la mujer a la multitud.
Los invitados, sin embargo, pudieron disfrutar de una fiesta alternativa después de la decepción, después de aquél triste momento que ninguno de los asistentes olvidaría fácilmente.