Los dioses quisieron que estuvieras en el mundo,
para encontrarte yo;
que fueras tan hermosa a no poder,
para quererte yo.
Los dioses quisieron que tuvieras esos ojazos color tanganika, para hundirme yo en tu mirada;
quisieron que fueras mujer, para profanarte yo;
que fueras ardiente y tierna a la vez, para amarte yo.
Quieran los dioses, mi niña,
como te quiero yo,
que vivas hasta el final de los tiempos;
contigo quiero caminar,
envueltos en nuestra burbuja de amor,
hasta el final de los tiempos.
¿Por qué si no, los dioses habrían querido que nos encontrásemos a finales del verano; el verano de , el año que selló nuestro pasaje; el pasaje para nuestro viaje de un milenio de amor?:
Porque te quiero.
Bk