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Imágenes del Sáhara.- El Muni.
Los tuaregs.- El Muni.
Cuarenta y dos civiles fueron asesinados por un grupo armado desconocido en la noche del martes al miércoles en las cercanías de Menaka, una región situada en el extremo este de Mali, denunció hoy el Movimiento para la Salvación del Azawad (MSA).
Hasta ahora, ninguna fuente oficial ha confirmado la masacre, pero fuentes policiales contactadas por por la agencia Efe, así como trabajadores de la ONU en la región, aseguraron estar al corriente del ataque armado pero no disponer de datos al respecto.
Todo indica que la matanza fue parte de la violencia intra-tuareg que azota la vasta región del Azawad, una zona semidesértica que supone más de un tercio del territorio maliense y en la que la autoridad del Estado es solo teórica.
En un comunicado, el movimiento armado MSA indicó que los agresores llegaron en unas veinte motos a un campamento de la etnia Idaksahak, nómadas tuaregs de habla bereber, en varios lugares situados entre las localidades de Tinabaw y Tabangout.
Provistos de armas de fuego, dispararon indiscriminadamente y mataron a al menos 42 personas, entre ellos dos niños menores de ocho años, y a continuación huyeron hacia el sur, donde se encuentra la frontera con Níger, tras provocar varios incendios en la zona.
El MSA envió a sus propios milicianos para ayudar en la evacuación de al menos tres heridos hasta Menaka, y también soldados del ejército maliense llegaron con posterioridad para investigar sobre los hechos.
Entre el pueblo tuareg abundan milicias y grupos armados a los que el gobierno no ha podido desarmar en los últimos años, de lealtades cambiantes, y que se enfrentan con frecuencia entre sí, teniendo a la población civil como víctima principal.
Grupo étnico minoritario en el continente africano, en peligro por la discriminación racista y por los prejuicios.
Los tuaregs del desierto del Sáhara.- El Muni.
Una de las etnias minoritarias del continente africano en peligro por discriminación racista y prejuicios.
Burkina Faso, la prueba del terrorismo. Con el aumento de la inseguridad en el norte del país, el racismo está creciendo contra los tuareg y los refugiados malienses.
Es una de las zonas más concurridas de Ouagadougou, alrededor del gran mercado de la capital de Burkina Faso, los taxis y las motocicletas se abren paso como a codazos entre los peatones y transeuntes.
En una tarde del mes de marzo, un hombre tuareg (grupo étnico ubicado principalmente en Mali) baja de un autobús, frente a una gran tienda, en la plaza de la zona. Las miradas de los comerciantes y transeuntes convergen inmediatamente hacia él. El hombre tiene la piel clara, lleva un turbante color beige y una chaqueta ancha: eso es suficiente para considerarle un sospechoso.
El presunto «culpable» será provisionalmente registrado por lugareños que no son ni policías, para luego ser entregado a las fuerzas de seguridad de malienses. Pero, como no encuentren pruebas ni evidencias de que sea terrorista, pronto será puesto en libertad.
Unos minutos más tarde, su fotografía es publicada por una radio emisora burkinabés, en su página de Facebook.
«Míralo... le ponen en todos sus estados en Facebook, lo que siento por él es más que odio». «Criminales reales». «Es una buena acción que debería ser generalizada».
Los comentarios bajo en la foto publicada en Facebook dan nota sobre un fenómeno que, dada la aceleración en el ritmo de los ataques terroristas en el norte de Burkina Faso, está cobrando mucho impulso. Los tuaregs, o «pieles pálidas» , como los llaman los burkinabés, son cada vez más estigmatizados en su sociedad.
Imágenes de los tuareg, un grupo étnico en las faldas del desierto del Sáhara.- El Muni.
Crimen por apariencias.
Confundir Tuaregs y refugiados con terroristas, es una confusión muy corriente en Malí. Su origen se encuentra en la guerra que se está larvando en Mali.
Después de que los combates comenzaran en 2012, la población tuareg huyó masivamente a Mauritania, Níger y Burkina Faso. En los dos campamentos de refugiados en el norte del país, Los Mentao y los Goudoubo se han convertido ahora en el grupo étnico más numeroso, por lo que para muchos burkinabeses, los tuareg y los refugiados son la misma cosa.
En el frente de Malí, un grupo de independentistas tuareg, el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA), anunció al comienzo de la guerra su alianza con la organización terrorista Ansar Dine para luchar contra el Estado.
Eventualmente, el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) rectificó, y no se unió a la organización terrorista Ansar Dine; pero, en la conciencia colectiva de la subregión, quedó otra asimilación: que los tuaregs y los terroristas eran la misma moneda.
Sobre el crimen por apariencias contra los tuareg detenidos en Ouagadougou intervino unas horas después, en una conferencia de prensa del Ministerio de Seguridad, un funcionario, quien anunciaba que se había identificado a un presunto patrocinador de los ataques perpetrados en Ouagadougou, en enero de 2016: Mimi Ould Baba Ould Cheikh, el nombre que en Malí suena a Touareg..., y por lo tanto, terrorista.
La gendarmería lo presenta como un antiguo residente del campamento de refugiados de Mentao, un sitio enorme, plantado en la provincia de Soum, salpicado de lonas blancas, bajo las cuales todavía se encuentran 12.300 refugiados malienses.
Sin embargo, otras fuentes aseguran que a pesar de sus visitas regulares al campamento de Mentao, Mimi Ould Baba Sheikh nunca ha estado en la lista de refugiados.
«Ahora, cuando hay un ataque, la gente dice que somos nosotros, los refugiados», se lamenta Mimi Ould Baba Sheikh.
Para las autoridades, este sitio es problemático. «El campamento está cerca de la frontera con Malí, los viajes de regreso de los refugiados son difíciles de controlar» , dijo una fuente del Ministerio de seguridad.
Hace seis meses, un hijo de refugiados malienses que viven en Djibo fue identificado en un video, con un Kalashnikov en la mano. Era conocido por sus frecuentes visitas al campamento de Mentao. Desde este episodio, el miedo a las autoridades está aumentando, también la amalgama de grupos armados de la subregión.
«Ahora, cuando hay un ataque, la gente dice que somos los refugiados; somos de piel clara y piensan que los terroristas son necesariamente claros» , lamenta Aziz, refugiada desde 2012 en Dori, noreste del país.
Imágenes del campo de refugiados de Mentao, Burkinafaso.- El Muni.
Hombre de caza
A poca distancia de Aziz, Salif se prepara para hacer té. También ha estado refugiado en Burkina Faso desde 2012. Con el resurgimiento de los ataques terroristas, también afirma haber visto un sentimiento anti- «piel clara".
«Los tuaregs tenemos tres enfermedades. Dos que podemos sanar y una que no: la enfermedad del turbante, que se puede eliminar; la enfermedad de la barba, que se puede afeitar; pero, la enfermedad de la piel clara, no podemos hacer nada por ella», explica con calma y con los ojos bajos.
A principios de marzo, este racismo tomó proporciones preocupantes. En Djibo, epicentro de la amenaza terrorista que entristece la provincia de Soum desde hace meses, se publicó una circular en las redes sociales, instando a la caza del hombre:
«A toda la gente de Djibo, provincia de Soum , levántese como un solo hombre para perseguir a los refugiados tuareg que se encuentran en las cercanías de la citada localidad. Oblíguenlos a regresar de donde vienen.
Es la guerra en Mali la que ha hecho que las autoridades les den la bienvenida y cobijo en nuestras tierras; sin embargo, son las mismas personas que están haciendo daño en la región».
«Algunos querían irse, pero ¿a dónde van? Estamos atrapados».
Bajo las tiendas del campamento de Mentao, soplaba un viento de pánico. «Estábamos muy asustados. Algunos querían irse, pero, para irse a dónde? Estamos estancados», preocupa un refugiado.
Ante la continua inseguridad en Malí, unos 32.000 refugiados en Burkina Faso aún esperan regresar a sus hogares; con el temor de ver a sus vecinos Burkinabeses ceder cada vez más a la facilidad de estigmatizar.
Fuerte: netafrique.net; Lemonde.fr
Traducción / Edición: Bk
El Muni