"También hubo insultos a través de la pared contra mis hijas, la música demasiado alta...
Ningún niño debería sentirse en su habitación como si estuviera en el rodaje de una película porno todas las noches", explica Tanya Taylor, la madre.
El ruido era tan fuerte que había comprado tapones para los oídos a sus dos hijas, de 15 y 16 años de edad, para que no escucharan lo que a todas luces era indecoroso para su edad y sus oídos.
Las víctimas se quejaron varias veces con muchas denuncias, pero su joven vecina continuó con su frenética actividad sexual a voz en cuello.
Amanda Warfel fue condenada finalmente a una pena de 45 a 90 días de cárcel por un tribunal de Pensilvania.
Fuente: netafrique.net
Traducción / Edición: Bk
El Muni