Pero, lo que más importa, es el compromiso a seguir en las trincheras hasta el final, con la victoria o con la derrota, el compromiso nos empuja hasta el final. Antes de ese final, los no comprometidos siempre desertan, antes o después, desertan siempre.
Curiosamente, la palabra desertor tiene la misma terminación que la palabra traidor. Y son ellos, los desertores, quienes nunca estuvieron comprometidos con la causa, son pues traidores. Y un traidor se vende siempre al mejor postor.
Nuestros sueños nos mantiene con los pies en la tierra.- El Muni.
Una persona traidora, vende al enemigo la causa por la que lucha el bando, los sueños de un pueblo, las ilusiones de generaciones enteras, los objetivos de una nación.
Al traidor le importa una mierda vender a su hermano, a su padre como a su pueblo con tal de garantizarse su acomodo. Imaginen por un momento cómo la avaricia, llámese ambición de una sola persona o un puñado de ellas puede llevar al traste los sueños de muchos.
Guinea Ecuatorial tiene, tristemente, récord en traidores, tanto que superan en número a la gente noble y comprometida con la libertad y el bienestar de todos los pueblos que lo conforman.
El luchador que se planta en la arena a sabiendas de su superioridad ante el adversario, es igual de ruin que un traidor, como si dispararas por la espalda a tu contrincante, lo que en el viejo Oeste americano se castigaba con la horca.
Edición: Bk
El Muni