Quienes no quieren cambiar para bien de toda la humanidad, no es porque no pueden, sino porque no quieren.
Una sola persona buena, en nuestro planeta, representa un acorde de la armonía universal.
No estoy diciendo que todo el mundo se meta a predicador para ser buenos, esa no es la cosa; de hecho, el Papa Francisco reconoce que no por ser creyente se es buena persona.
En otras palabras, sostiene el Sumo Pontífice que no es necesario ser creyente para tener buen corazón y obrar bien...(Bk).
De estrella porno a pastora predicadora, Crystal Bassette se casó y cambió por completo su vida.- El Muni.
Crystal Bassette, más conocida como Nadia Hilton en el mundo de las películas pornográficas, rodó más de 100 películas para adultos. Hoy en día se ha convertido predicadora en Nueva York. "Dios ha cambiado mi vida", reveló en el Sun.
La mujer ha cambiado su vida a 180 grados. Hace tres años atrás, Nadia Hilton ganaba una fortuna como estrella de cine X. Desde que Crystal Bassette (su nombre real) se casó, su vida ya no es la misma. Ella "encontró a Dios" y dirige su propia iglesia en Nueva York.
350.000 dólares al año.
Crystal Bassette llevaba una vida bastante tranquila en la soleada Hollywood, la que que rodó más de 100 películas pornográficas, ganando más de 350.000 dólares (330.000 euros) al año.
Pero en 2014, la vida de Crystal tomó otra dimensión. Después de 10 años de servicio leal en el mundo pornográfico, se casó con David Bassette a la edad de 33 años. El encuentro con su marido, también un pastor, fue decisivo para esta nativa de Carolina del Norte.
"Dios ha cambiado mi vida".
“Después de leer la Biblia supe que estaba hechizada por el espíritu de Jezabel”, indicó.
Bassette fue protagonista de al menos 100 películas para adultos y cada mes ganaba unos 30 mil dólares, lo que le permitía tener una cómoda vida, acorde con su estatus laboral, en una industria que mueve millones de dólares por minuto.
Crystal cambió su nombre luego de casarse. En la industria del porno era conocida como Nadia Hilton..
No podía salir de mi casa sin mostrar mi lado salvaje, con tacones altos y ropa sugerente. Tenía todo el tiempo para mostrarme como un símbolo sexual", recuerda Crystal Bassette, hoy en día, madre de dos hijos.
Y concluye: "Mi marido conocía mi pasado porque mi hija acostumbraba a visitar su iglesia. Gracias a él, el pasado es pasado. Quiero que la gente sepa que Dios puede perdonar, sin importarle tu pasado. Mi pasado ha hecho lo que soy hoy en día, y Dios ha cambiado mi vida".
Crystal Bassette se casó y cambió por completo su vida. De lucir autos lujosos y mansiones impresionantes en Hollywood, esta ex actriz de la industria pornográfica -conocida como Nadia Hilton en sus películas- decidió dar un vuelco completo luego de "descubrir a Dios". Ahora es ministra de su propia iglesia en Nueva York.
Sin embargo, algo llamó a su puerta, lo que hizo que luego de 10 años como actriz decidiera poner fin a esa actividad y dedicarse por completo a Dios.
A los 33 años, se casó y ya es madre de dos hijos. La nueva vida de Bassette es junto a su marido, también ministro de la iglesia y quien la introdujo en el mundo espiritual.
De estrella porno a pastora predicadora, Crystal Bassette se casó y cambió por completo su vida.- El Muni.
A los 16 años, la mujer quedó embarazada y en soledad. Sin mucho apoyo, tuvo que cargar sola con la recién nacida y comenzar a trabajar. Debió mudarse hasta que se instaló en Hollywood desde su Carolina del Norte natal.
Allí comenzó sus días como modelo y a actuar en un club nocturno, donde un productor de cine porno la vio y le ofreció una nueva actividad. La paga era muy buena: 30 mil dólares al mes, difícil de rechazar.
La primera vez que actuó frente a las cámaras pasó horas llorando. Durante un mes no volvió a hacerlo. Pero la necesidad era mayor, entonces recurrió al alcohol y a las pastillas para pasar el momento y grabar las escenas.
"Llevaba a mi hija al colegio por la mañana, iba, grababa y volvía con ella a casa. Era un trabajo regular, de 9 a 5", contó.
"Después de leer la Biblia, supe que estaba hechizada por el espíritu de Jezabel", relató Bassette, quien recuerda su pasado reciente: "Me convertí en un objeto.
No podía salir de mi casa sin mostrarme salvaje, con tacos altos o una camisa sugerente. Tenía que mostrarme todo el tiempo como un símbolo sexual".
Crystal y David Bassette son los ministros de una iglesia pentecostal en Nueva York
Desde hace tres años decidió abandonar esa actividad para volcarse a su nueva familia, tras conocer a David, también ministro de la iglesia.
"Sabía sobre mi pasado porque mi hija iba a su congregación. David es la clase de persona que cree que tu pasado es tu pasado. No puedes estar mirando para atrás", cuenta la mujer.
Crystal dedica sus días a la iglesia pentecostal y a acciones caritativas.
"Me gustaría que la gente sepa que Dios puede perdonar, no importa cómo sea tu pasado. Quiero que la gente vuelva a Cristo a través de sus relaciones y sus experiencias", dice desde el púlpito de su capilla en Nueva York.
"Mi pasado me hizo lo que soy hoy y Dios cambió mi vida completamente", concluyó.
Historia de la malvada reina Jezabel: historia bíblica.
En el Tanaj (las Escrituras hebreas y el Antiguo Testamento cristiano), Jezabel es una reina del antiguo Israel. Su historia se cuenta en los Libros de los Reyes (I y II).
Es introducida como una princesa fenicia, hija del rey Ithobaal I de Sidón, que se casa con el rey Acab del Reino del Norte durante la época en que la nación de Israel estaba dividida en los reinos del norte (Israel) y sur (Judá).
Esta reina alejaba a Acab de Dios (que, en este contexto, era adorado solamente por los habitantes de Judá) y los llevaba a adorar Baal (a quien adoraban los sidonios).
Acab y Jezabel permiten que funcionen templos dedicados a los Baales (El, Baal, Asera...) en Israel, y el paganismo recibe respaldo legal.
Además, la reina usa su control sobre Acab para llevar a los hebreos a la idolatría, la corrupción y la inmoralidad sexual, sometiéndolos a una tiranía (ver episodio de la viña de Nabot 1Reyes 21:1-16).
El plan de Jezabel fue que al estar recién casada con el rey de Israel se sometió a la fe en Dios temporalmente.
Sin embargo después se impuso a los ancianos de Israel y al mismo rey, la astuta mujer sedujo a su marido para ir modificando el modo de vida de Israel, adoptando el sistema de vida permitido por el dios El (y Baal) y obligó que se le rindiera culto en todo Israel, cosa abominable a los ojos de Dios.
Así Jezabel y Acab hicieron pecar a Israel por la idolatría, provocando indignación en Dios.
Ya más tarde, Jezabel hizo que dejaran las veneraciones a Dios y descaradamente siguieran los preceptos establecidos por los ídolos fenicios y cananeos (Baales), Asera (Astarot o Ishtar) la reina del cielo, y otros dioses ajenos o extraños a Dios.
Es ahí cuando Dios se enoja con Jezabel e Israel por este pecado y envía profetas al rey Acab, más tarde al profeta Elías para resarcir la ofensa del rey y la reina de Israel.
Tras haber masacrado Jezabel a los profetas de Dios, el profeta Elías desafía a 450 profetas de Baal a una prueba para saber cuál es el verdadero dios (1 Reyes 18); se sacrifican dos animales, uno para cada dios, y se espera a ver cual dios, tras la invocación pertinente, enciende el fuego del sacrificio.
Mientras que Baal no aparece, Dios sí, y el fuego enviado por él consumió incluso el agua que habían vertido sobre el sacrificio y hasta las piedras del altar.
Elías y el pueblo, con el respaldo de Dios, masacran a los profetas de Baal, ganándose la enemistad de Jezabel.
Tras la muerte de Acab, Jezabel continúa mandando a través de su hijo Ahaziah. Cuando Ahaziah muere en una batalla, ella continúa ejerciendo el control a través de su otro hijo, Jehoram.
Como se refiere en 2 Reyes, 9:1-10, Dios habla a través del profeta Eliseo (sucesor de Elías), y sitúa a uno de sus siervos, el ungido Jehú, como rey en lugar de Jehoram', ordenándole:
"golpea la casa de Acab...". Respondiendo a esta demanda para la revolución, Jehú asesina al rey Jehoram cuando intenta escapar.
Jehú se enfrenta luego a Jezabel en Jezrael y anima a sus eunucos a asesinar a la reina madre tirándola por una ventana.
Lo hacen y la dejan en la calle para que sea comida por los perros. De Jezabel solo quedan el cráneo, los pies y las manos.
Su final cumple la profecía de Elías (1Reyes, 21:22-26).
Fuente: netafrique.net
Traducción / Edición: Bk
El Muni