Mientras Robertihno Mugabe y su mujer están en estos momentos Robertinho.
El Ejército de Zimbabue se ha hecho con el control del país en la madrugada de este miércoles entre rumores de golpe de Estado.
El presidente Robert Mugabe y su mujer, Grace, que aspiraba a sucederle en el cargo, se encuentran “sanos y salvos”, según señaló un portavoz militar durante una declaración leída en la televisión pública en la que aseguró demás que la seguridad de la pareja está "garantizada".
El partido presidencial, cuya sede está también controlada por el Ejército, asegura que no se trata de un golpe militar, que la pareja presidencial está detenida y que el exvicepresidente Emmerson Mnangagwa, destituido hace una semana, será el nuevo presidente interino del país.
Blindados y tanques han salido a las calles de Harare y se han oído disparos y detonaciones en numerosos barrios de la capital.
El presidente de la vecina Sudáfrica, Jacob Zuma, ha informado de que Mugabe le ha comunicado en conversación telefónica que está "detenido en su domicilio" pero que se encuentra bien.
Los militares, liderados por el jefe de las Fuerzas Armadas, el general Constantine Chiwenga, han tomado el Palacio Presidencial y la sede de la televisión, así como las instituciones más importantes del país.
Asimismo, han detenido al ministro de Economía, Ignatius Chombo, uno de los principales líderes del partido presidencial y firme apoyo de Grace Mugabe en la guerra interna que se había desatado por la sucesión presidencial.
Según el periódico local NewsDay, otros dos ministros habrían sido también detenidos.
Las embajadas de Reino Unido y Estados Unidos han recomendado a sus ciudadanos que permanezcan en sus casas, mientras que la española ha instado a extremar la precaución especialmente en Harare, la capital.
En su declaración televisada, el general Sibusiso Moyo, portavoz del Ejército, aseguró que “no se trata de una toma del Gobierno por parte de los militares (…) nuestro objetivo son criminales del entorno del presidente que están cometiendo crímenes.
Una vez cumplamos con nuestra misión esperamos que la situación regrese a la normalidad”.
La embajada de España en Harare hace un llamamiento a sus ciudadanos en Zimbabwe a que muy precavidos dada la situación politico-militar del país africano:
La tensión se había disparado en los últimos días en Zimbabue después de que el pasado 7 de noviembre Mugabe destituyera a su vicepresidente, Emmerson Mnangagwa, de 75 años, acusado de “traición y deslealtad”.
Considerado uno de los hombres fuertes del partido presidencial Unión Africana Nacional de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF) y sólido candidato a suceder a Mugabe, su cese se atribuye a las maniobras de la esposa de Mugabe que había hecho público su deseo de convertirse en la nueva presidenta del país, pese a que su marido, de 93 años, era el candidato oficial para las elecciones de 2018.
Mnangagwa, héroe de la independencia del país, denunció entonces que lo habían intentado asesinar y que se estaba produciendo una purga en el partido con el objetivo de eliminar a todos aquellos que se oponen a la ascensión de Grace Mugabe.
Tras su precipitada huida del país hacia Sudáfrica, diversas fuentes apuntan a que podría convertirse en presidente interino en las próximas horas una vez que se confirme la caída de Robert Mugabe, en arresto domiciliario junto a su mujer.
De hecho, este mismo miércoles, Mnangagwa habría volado desde Sudáfrica hasta Harare para hacerse cargo de la situación. En todo caso, reina aún la incertidumbre.
En cifras
Fuentes: Banco Mundial y CIA Factbook.
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El partido ZANU-PF ha publicado en su cuenta de Twitter que “la familia presidencial se encuentra detenida y a salvo, lo que era necesario por la Constitución y por la salud de la nación.
Ni Zimbabue ni ZANU son propiedad de Mugabe y su esposa. Hoy comienza una nueva era y el camarada Mnangagwa nos ayudará a conseguir un Zimbabue mejor”.
El partido presidencial insiste en que no se trata de un golpe de Estado sino de una “transición incruenta” en la que se ha arrestado a personas corruptas y se ha detenido a “un anciano del que se estaba aprovechando su esposa”, en referencia a Mugabe.
El general Chiwenga había sugerido ya en las últimas horas la asonada militar. El pasado lunes pidió el fin de la purga y advirtió de que el Ejército podría reaccionar.
“Debemos advertir a aquellos que están detrás de estos peligrosos engaños que en lo que respecta a proteger nuestra revolución, las Fuerzas Armadas no dudarán en intervenir”, dijo rodeado de noventa altos oficiales del Ejército.
Por su parte, el principal partido de oposición, el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) desmintió a sus rivales del ZANU-PF asegurando que sí se trata de un golpe de Estado y que el Ejército va a asumir el mando del país.
“El ZANU-PF está en la etapa de la negación, pero ya no tienen el control”, dijo Douglas Mwonzora, secretario general del MDC, en una entrevista telefónica con el canal sudafricano ANN7.
Cinco claves para entender qué pasa en Zimbabue.
Las purgas internas y la lucha por la sucesión del presidente, entre los desencadenantes de la crisis.
El nonagenario presidente de Zimbabue (16 millones de habitantes), Robert Mugabe, se encuentra detenido por el Ejército en su domicilio de Harare.
Las Fuerzas Armadas, movilizadas desde este martes en la capital del país han tomado el control de las principales instituciones zimbabuenses, la sede de la televisión, así como el partido gubernamental Unión Africana Nacional de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF).
Precisamente la cuenta de Twitter de este partido ha informado de que el hasta ahora exvicepresidente Emmerson Mnangagwa, de 75 años, se hará cargo del gobierno de forma interina.
Pese a que un portavoz del Ejército anunció este miércoles que se trataba de una operación contra "criminales" del entorno de Mugabe, los rumores sobre un golpe de Estado cogen fuerza en uno de los países más pobres del mundo.
Estas son cinco claves para entender la crisis política abierta en Zimbabue:
Mugabe, de 93 años, fue uno de los líderes destacados de la lucha por la independencia de los años 70. La guerra mantenida entre los nacionalistas negros y el régimen blanco de Ian Smith apoyado por Reino Unido causó la muerte de casi 30.000 personas.
En abril de 1980, la entonces conocida como Rhodesia, en honor a Cecil Rhodes, empresario y político británico protagonista de las aventuras coloniales de Londres en África, obtuvo la independencia.
El líder de la Unión Africana Nacional de Zimbabue (ZANU, en sus siglas en inglés), Robert Mugabe, fue nombrado primer ministro.
Entre los objetivos del nuevo gobierno independiente estaba sin duda la reforma agraria, aún hoy una de las asignaturas pendientes para reactivar la pobre economía del país, marcada a fuego, según relevó recientemente la agencia Reuters en exclusiva, por dirigentes del partido gubernamental vinculado hoy al arresto de Mugabe.
El general Constantino Chiwenga, actual jefe de las Fuerzas Armadas, advirtió el lunes, en un pronunciamiento público, contra las purgas de Mugabe.
El pasado día 6, el presidente había destituido a Mnangagwa. Pero las purgas internas no son nuevas en los casi 40 años de mandato de Mugabe.
Uno de sus aliados en la guerra de independencia, Joshua Nkomo, líder de la Unión Africana Popular de Zimbabue (ZAPU, en sus siglas en inglés) fue nombrado ministro del Interior en su primer Gobierno.
En febrero de 1982, Nkomo fue acusado de estar detrás de una trama golpista y destituido. La lucha entre facciones dejó miles de muertes en el país.
Cinco años después, Mugabe reformó la Constitución e instauró un régimen presidencialista del que ha sido su primer exponente hasta este miércoles.
Si algo se conoce en el exterior del deprimido país africano, al margen de los lujosos cumpleaños del presidente y su esposa, Grace Mugabe, es la capacidad de acuñar billetes de hasta 100.000 millones de dólares zimbabuenses.
Ocurrió durante los peores años de hiperinflación (79,600,000,000%, en noviembre de 2008). La famosa reforma agraria, llevada al extremo a partir del año 2000, había arrebatado a los agricultores blancos grandes parcelas cultivables para que fueran gestionadas por locales.
Se estima que entre 4.000 y 4.500 agricultores blancos perdieron la tierra a manos de veteranos de guerra o partidarios del Gobierno.
Como resultado, una economía poco operativa, con un sector agrícola poco experto, una caída de la producción, exportación; un incremento notable del desempleo, de las subvenciones estatales, y, finalmente, de los precios.
En 2007, el Gobierno, para frenar la escalada de precios, permitió que los ciudadanos pudieron usar el dólar norteamericano, el euro y la divisa sudafricana (rand).
Una década después, según publicó recientemente el profesor Steve Hanke, de la Universidad Johns Hopkins, Zimbabue vuelve a verse la cara con la hiperinflación, esto es, con tasa por encima del 50% durante 30 días consecutivos.
Precisamente esta semana regresará al país el gran líder opositor de la última década Morgan Tsvangirai, del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC, en sus siglas en inglés), después de estar dos meses en la vecina Sudáfrica por un cáncer de colon.
Tsvangirai logró vencer a Mugabe en la primera vuelta de las elecciones celebradas en marzo de 2008. Pero la violencia contra sus partidarios en las calles hizo que el líder opositor no se presentara en segunda vuelta.
Lo intentó de nuevo cinco años después, en agosto de 2013. Obtuvo un 34% de los votos, frente al 61% de Mugabe. El candidato de MDC denunció una "enorme farsa" electoral.
En cualquier caso, la oposición al incontestable Mugabe ha ido creciendo. El pasado año, el MDC reunió en la capital, Harare, a unas 2.000 personas para protestar contra el Gobierno, una concentración sin precedentes en el país.
Publicaba el pasado 5 de septiembre la agencia Reuters que existía una trama ya en avanzado estado para poner en marcha reformas tras la marcha de Mugabe.
Entre los hombres destacados, decía esta información en exclusiva, estaba el hasta hace unas horas exvicecepresidente Mnangagwa, que junto a otros dirigentes estaría diseñando la nueva hoja de ruta para el país.
Entre las novedades, una posible alianza con el opositor Tsvangirai y la devolución de tierras a los blancos para su rehabilitación. Dos meses después de esa publicación, Mnangagwa fue destituido por Mugabe.
Entre aparentes amenazas de muerte, el que fuera número dos del Gobierno abandonó el país.
Ahora, según la información revelada por ZANU-PF, Mnangagwa, héroe de guerra con buena relación con los militares y veteranos de la independencia, sería el hombre que dirigiese de forma interina los destinos del país.
La destitución del presidente llegó un día después de que la mujer de Mugabe, Grace Mugabe, de 52 años, le exhortase a que dejase su puesto por el bien de la "unidad".
Grace Mugabe, dirigente también deZANU-PF —y de la que se ha llegado a publicar que abofetea a su marido en público— ha sido sin duda una de las señaladas en los últimos años y según avanza la edad del presidente para una posible sucesión.
Grace Mugabe es considerada cabecilla del G40, un grupo de políticos afines a la pareja presidencial. Este miércoles, el Ejército detuvo a varios ministros vinculados a este grupo.