Imágenes de Gabón.- El Muni.
Con una contribución de alrededor del 40% del PIB, el 45% de los ingresos del petróleo y el 85% de las exportaciones de Gabón, la producción de petróleo ha encumbrado a Gabón entre los estados del África subsahariana más importantes.
La disminución en un 32% de las rentas sobre esa materia prima desde 2014, impactó en las economías de los países productores de petróleo cuyos ingresos fundamentalmente provienen de la venta del oro negro. Gabón no es una excepción. ¿Esta crisis puede alterar la política nacional?.
País productor de petróleo, los gastos de Gabón dependen en gran medida de los ingresos que obtiene de las operaciones sobre el oro negro. Esto crea una fuerte correlación entre el gasto público y los cambios en los precios del petróleo al mismo tiempo que dichos ingresos aumentan el peso del gasto público.
La evolución de esta última es la existencia de un canal de transmisión significativo vinculado a las fluctuaciones del precio del barril de petróleo en la economía no petrolera.
Si en 2009 tras la muerte de Omar Bongo Ondimba, las esperanzas se centraban en la llegada de su hijo al poder, los indicadores vinculados al petróleo en tanto que económicos no estaban en rojo. Esto permitió que el nuevo presidente pusiera en marcha un importante programa de inversión pública (PSGE) para lograr que Gabón emergiera de aquí a 2025.
Para poner en marcha esta política, Ali Bongo prometió un programa plurianual con vistas al horizonte 2020-2025 a fin de modernizar las infraestructuras del país. Los proyectos correspondientes estaban concebidos en el Plan Maestro Nacional de Infraestructura (NIDS), cuya financiación, en principio, comenzó en el año 2010 con un fondo estimado en 7400 mil millones de francos CFA (unos 11 mil millones de €).
¿La dependencia del país al petróleo y sus fluctuaciones puede tener un impacto en la vida socio-política nacional? ¿La caída en el precio del barril de petróleo desde mediados de 2014 puede influir en las próximas elecciones presidenciales de agosto?
¿Podemos pensar que los años pasan en Gabón y se parecen todos entre sí? Algunos podrían decir que sí. La caída de los precios del petróleo en un 66% en 1986, dio lugar a la reducción en 14 puntos del crecimiento del PIB, conjugado con la tasa de cambio del dólar produjo una drástica bajada de los ingresos para los presupuestos generales del Estado en un 58% entre 1985 y 1987.
La caída de los precios del petróleo se ha visto acompañada por la subida del coste de la vida y el aumento de los despidos masivos de trabajadores en todos los sectores de producción.
Luego se desencadenó el malestar social generando una reforma política y la introducción del multipartidismo en 1990. En 1998 y 2008, con la caída entre 55 y el 43% de los precios del petróleo y la desaceleración entre 4 y 3 puntos del PIB, los gaboneses han sido testigos, de 1985 a 1987, de la reducción de la masa monetaria en sentido amplio y de la falta de créditos en el sector privado.
Se observó una gran agitación social hasta el punto que el gobierno anterior negociara una tregua social con los interlocutores sociales.
La rápida subida de los precios del petróleo como la de 2000 a 2002, 2007 a 2008 y de 2010 a 2012 produjo el efecto contrario porque mejoró la situación económica del país.
En 2015, ese impacto que se hizo sentir muy fuerte con una bajada del 27,3% en el sector de la construcción y las obras públicas el 3,7% en comercio, hostelería 30,2%, y en otros sectores de servicios, lo demuestra fácilmente.
Las reivindicaciones sociopolíticas que han seguido a esas turbulencias tienden a demostrar que la situación actual del país es similar a la del período 1985-1987.
La pretensión de la celebración de una segunda Mesa de Diálogo Nacional es indicador del efecto más devastador de la retracción de los precios del petróleo a nivel mundial que impacta no sólo en la economía sino también en la vida política del país.
¿Es esta una repetición de la historia? ¿Qué será entonces de Gabón, sabiendo que no hay diálogo que logre conciliar las posiciones de los diferentes actores?
Gabón es considerada una de las joyas del África francesa, por motivos económicos, políticos y estratégicos, con empresas que tienen un peso significativo en la economía, deben sentarse las diversas partes en una mesa de negociación para que las elecciones presidenciales de 2016 no traígan sorpresas desagradables.
Pero, sabiendo como todo el mundo sabe que por nada los dictadores africanos piensan en sus ciudadanos sino en sí mismos y sus familias, me temo que llamar a una sentada seria, sensata y honesta para resolver los problemas de este país hermano, es una pérdida de tiempo.
Fuentes de documentación: tony Muru/gaboneco
Traducción/Edición/reflexiones: Bk
El Muni