No sé cómo lo verá usted, pero yo me siento privilegiado, como un elegido de preferencia por haber vivido la transición de un siglo a otro, del XX al XXI.

A pesar de sus convulsiones sociales, este siglo consolidará el bienestar en el espacio del planeta donde mayor respeto a los derechos humanos existe en el planeta, Europa; y con la implementación de la Ley de la Dependencia en la Europa comunitaria, buena parte de la humanidad podrá contar con un envejecimiento protegido por las administraciones públicas.

Del siglo XX al XXI, se ha consolidado Internet para conectar pueblos entre sí y para darles la palabra a los desheredados si voz de casi todas las latitudes y sin academicismos.

Los avances médicos en los países desarrollados están alargando la vida del ser humano, lo que ha urgido a los gobiernos europeos elaborar leyes que protejan a la vejez, fomentando el envejecimiento activo y saludable.

Nuestra era ha procurado muchísimas más cosas beneficiosas para el ser humano que si empezara a citarlas nunca terminaría este texto.

La mayor pena que llevo conmigo en los tiempos que corren, es el sufrimiento humano patente en muchas partes del mundo como las dictaduras que desangran el continente africano, Guinea Ecuatorial en cabeza.

Bk

El Muni