/image%2F0864794%2Fob_cceff1_bokung-rondi2.png)
Ya habían transcurrido más de cuatro décadas desde que Howard rompió con Myra por una desafortunada razón: el racismo.
Él se alejó del amor de su vida, por ser él negro y Myra blanca, cosa que la sociedad no podía aceptar.
Howard y Myra se habían enamorado a finales de los 60, cuando ambos eran compañeros de clase en Columbus West High School.
A menudo hablaban por teléfono durante horas hasta el amanecer. Sin embargo, rara vez el amor es suave ni es tan fácil de navegar en él; La pareja tuvo que lidiar con la alta tensión racial de aquellos años.
Howard pensó que podía soportar la presión de los prejuicios, pero estaba equivocado. Después de graduarse en la escuela secundaria, donde a menudo se enfrentaba a la discriminación de los profesores del Instituto Técnico de Columbus, simplemente por su color de piel.
Por muy bien que lo hiciera en alguna asignatura, sus profesores le ponían una “D”, inicial de suspendido en inglés (Discontinued).
Esto hizo que Howard pensara dos veces en su relación con Myra.
“La sociedad no iba a dejarnos estar juntos ni ella sería feliz… Se cansaría de las miradas. Sólo pensé que era injusto con ella, su felicidad era lo más importante", dijo Howard.
No quería que Myra se enfrentara al mismo prejuicio que yo, por lo que tomé la dolorosa decisión de romper con ella.
Los dos se despidieron, volviendo a mirarse la una al otro por última vez.
Fue entonces cuando Myra tuvo el presentimiento de que volverían a verse, y tuvo razón.
Howard Foster et Myra Clark se reencuentran 45 años después de que actitudes racistas les obligaran separarse.- El Muni.
"El racismo es la enfermedad más desagradable entre las diversas fealdades de la humanidad".
Esta cita de Claire Martin, artista y novelista, define la realidad de este flagelo, que afecta, desafortunadamente, a una gran mayoría de personas.
Debido a que el racismo se origina a partir de varios factores, el más importante de los cuales es el sentimiento de superioridad que algunas personas sienten hacia otras, a quienes consideran inferiores.
La historia de Howard Foster y Myra Clark, publicada por The Washington Times, ilustra esta miseria del espíritu...
A finales de los años 60, en Columbus (Ohio), Howard y Myra se conocieron y tuvieron una gran historia de amor. Casi nunca se dejaron. Pero su felicidad no fue completa, por una buena razón: las miradas inquisitoriales de los demás y los comentarios racistas que sufrieron, solo porque eran una pareja interracial.
Howard Foster et Myra Clark se reencuentran 45 años después de que actitudes racistas les obligaran separarse.- El Muni.
En aquellos tiempos predominaban las tensiones y los prejuicios raciales, además de los de otros orígenes que relegan a lo más ínfimo del ser humano. Ningún diploma, ni el nivel cultural podrían cambiar la mirada racista. De hecho, Howard incluso sufrió discriminación en la escuela por parte de sus profesores.
Mientras tanto, Myra fue criticada constantemente por tener como amante a un hombre como Howard, considerado diferente. Y su amor se volvió triste e infeliz ya que nadie les permitió vivirlo plenamente, como se merecían.
Así que Howard decidió dejar a Myra para que ésta pudiera tener vida; pensó que era injusto para ella y que ella no se merecía sufrir el mismo prejuicio que él. Sentía que Myra tenía derecho a ser feliz y vivir la felicidad; para eso, tenía que sacrificar su amor por ella.
Pero, 45 años después y gracias a un amigo en común, se reencontraron en un parque; aquello fue como un sueño hecho realidad. En ese momento, Howard se dio cuenta de que no podía perderla por segunda vez. Se cogieron de la mano como si nunca les hubieran empujado separarse.
Se casaron para recuperar el tiempo perdido, porque incluso a la edad de 60 años, su amor seguía intacto y vivo en sus corazones, nunca los abandonó.
¿Por qué existe el racismo?
Después de aquella alegre reunión de 2013, que se hizo posible gracias a un amigo común, la pareja, ahora en sus 60 años, nunca más podrá ser separada de nuevo.
El matrimonio interracial sólo se hizo legal en Virginia en 1967, dado que la sociedad se había vuelto más abierta al matrimonio interracial; Howard y Myra se ataron entre los dos como un nudo en 2015.
Howard Foster et Myra Clark se reencuentran 45 años después de que actitudes racistas les obligaran separarse.- El Muni.
La pareja se aferra cariñosamente cada noche antes de dormirse, tal vez tratando de compensar y recuperar el tiempo perdido.
“Disfrutamos el uno del otro; nos divertimos mucho“, dijo Howard. “Me alejé una vez, no voy a marcharme de nuevo”.
Esperemos que algún día, más gente llegara a darse cuenta de que la discriminación basada en la raza o el color de la piel es una incorrección. Como escritor ganador del Premio Nobel, Elie Wiesel escribió:
“Ninguna raza humana es superior; ninguna fe religiosa es inferior. Todos los juicios colectivos son erróneos. Sólo los racistas los hacen”.
En primer lugar, el racismo se define literalmente como una actitud hostil sistemática hacia una clase particular de personas. En otras palabras, se traduce en el rechazo de los demás debido a su diferencia que puede manifestarse en el color de la piel, religión, cultura u orientación sexual.
Por lo tanto, como se ha citado más arriba, el racismo existe debido a la sensación de superioridad que algunas personas padecen ante los demás; pero, también podemos decir que el racismo es moneda corriente en el mundo debido a la naturaleza compleja del ser humano, que tiende a destruir todo lo que no es afín a su mundo y que no entiende, lo que puede provocar miedo, si no se acepta la diferencia y llegar a conocerla para mejor asimilarla.
Por otra parte, un estudio publicado en la revista Social Psychological and Personality Science, explica la correlación entre las habilidades cognitivas de una persona y los prejuicios de los que se nutre.
Resultó que las personas menos inteligentes y de mente menos abierta tendían a tener una opinión preconcebida sobre los otros, por motivos de raza u otras diferencias no aceptadas.
Además, bien explica el escritor Pierre Tevanian en su libro La mécanique raciste, que el racista sabe exactamente por qué lo es, mientras se siente amenazado por lo que sabe.
¿Cómo luchar contra el racismo?
La lucha contra el racismo inicialmente empieza con la educación desde una edad temprana. Debe estar en el centro del rol fundamental entre la escuela y la familia.
Esta lucha también debe empezar por uno mismo, haciendo el esfuerzo de conocer a la otra persona, sus costumbres, su religión y su cultura, eliminando los prejuicios, el miedo o menosprecio.
La ley castiga el racismo en todas sus formas y eso incluye la discriminación, difamación o insulto raciales.
Fuentes: bles.com/ins/; netafrique.net
Traducción / Edición: Bk
El Muni
El Muni