La organización Mujer y Salud de Uruguay (MYSU) exige la liberación de la joven procesada y condenada a prisión por homicidio culposo tras parir desconociendo que estaba en estado de gestación.
El suceso tuvo lugar en octubre de 2016 y el 9 de marzo del 2017, el juez Darwin Rampoldi, de la capital del mismo Departamento, Rivera, resolvió admitió a trámite el procesamiento de la joven mujer por homicidio culposo, la cual fue condenada y metida en prisión.
Según el auto de procesamiento, el 24 de octubre de ese año 2016, la mujer de 19 años se encontraba con fuertes dolores desde la mañana, dolencia que atribuía a factores “gástricos e intestinales” y a “dolores de ovarios”, con lo que se tomó un laxante.
Transcurrida la tarde y entrada la noche, la mujer entrando y saliendo del baño, aquejada de dolor con la misma intensidad, a la vez que debía atender de su hija de 11 meses, cuando ya entrada la noche llamó a su madre, ésta la encontró desvanecida en el cuarto, “bañada en sangre”.
La madre llamó inmediatamente a su otra hija y a su yerno, quienes llevaron a la joven al salón de la casa para luego trasladarla al hospital departamental de Rivera.
Placa colocada en la Plaza Internacional situada en el límite entre Brasil y Uruguay, en las ciudades de Rivera y Livramento.- El Muni.
Dos ginecólogos la atendieron en urgencias y un tercero en la sección de maternidad; éste último determinó a la mañana siguiente que la joven tenía “el cordón umbilical cortado con una anatomía correspondiente a un embarazo a término, o muy próximo a dar a luz”.
Le dirigieron varias preguntas sobre “dónde estaba el bebé”, preguntas a las que la joven no respondió: “estaba como si no estuviera allí, como absorta en otra cosa, pero ausente”, según declaró su madre; “allí ella me dijo que el bebé estaba en un balde envuelto en un buzo en mi baño”.
La autopsia determinó que el recién nacido murió por no haber recibido asistencia; la Justicia le imputó a la madre un delito de homicidio culposo.
La abuela de la joven lo encontró en la mañana del 25 de octubre y según la información del hospital, tenía 35 semanas de gestación; la autopsia posterior dio como resultado que presentó vida extrauterina.
En el fallo el juez establece que la joven dijo permanentemente que no sabía que estaba embarazada, pero menciona varios testimonios de allegados, entre ellos el de su madre y su novio, quienes “le preguntaron en distintos momentos si estaba embarazada, lo que la imputada negaba de distintas formas”, e incluso decía que era producto de la cesárea.
La joven de 19 años, ya es una mujer “recién alcanzada la edad adulta, con faltas de conocimiento e información de los fenómenos orgánicos previos al parto, así como del parto mismo” (si bien había sido madre recientemente, lo fue por cesárea) y, según declaró la madre, fue a una “escuela para niños con dificultades”, repitiendo el primero y segundo año de escuela; y en el liceo también repitió, “sus hermanos dicen que ella es lenta”.
También uno de los ginecólogos que la atendió consideró que el diálogo con la paciente “no fue normal, diría que es una paciente con lentitud mental, la definimos como ‘bradipsiquismo’, baja resolución psíquica o mental.
La joven antiene la mirada fija en un punto, aun cuando uno está haciéndole preguntas, no dirige la mirada hacia su interlocutor o lo hace con bastante lentitud”.
Imágenes ciudad de Rivera, Departamento de Rivera.- El Muni.
El juez considera estos aspectos “como relevantes, por cuanto lo exigible en el comportamiento de la imputada tiene un umbral muy bajo, dadas estas características destacadas anteriormente”.
La fiscal Mirta Morales solicitó la prisión para la joven por homicidio especialmente agravado por el vínculo a título de dolo eventual, pero el juez considera que el dolo, es decir, la intención en el delito, “bien puede quedar descartado con alguna de las respuestas dadas, pues, ante el llanto presente en el interrogatorio, se le preguntó al respecto y manifestó ‘tengo una angustia dentro de mí, pensar que podía tener un bebé y no lo tengo (LLORÓ)”.
En cambio, asegura que no hubo dolo pero sí negligencia, ya que hay elementos “para entender que la imputada entendió que el bebé nació en condiciones de no supervivencia, incluso manifestando que nació muerto (porque no lloró como sí lo hizo su otra hija, nacida por parto asistido -cesárea-)”.
El juez considera que dando por bueno “el verdadero desconocimiento del estado de gestación, una vez nacido el bebé, una gama de posibilidades se abrían para actuar”; en particular, haber pedido ayuda a su madre.
Por otro lado, marca la falta de control del embarazo como parte de una actitud negligente.
La organización Mujer y Salud Uruguay (MYSU) divulgó en un comunicado el fallo del juez, y exigió la inmediata liberación de la joven, que está presa en la cárcel departamental de Rivera.
El colectivo cuestiona el fallo del juez, quien “opta por responsabilizar y culpar a la chica por no haber controlado su estado de salud”, por no actuar “desde la comprensión de las circunstancias de indefensión y vulnerabilidad y, por lo tanto, eximirla de la pena o procurar una pena alternativa”.
Según contó Azul Cordo, integrante de MYSU, a la diaria, la organización solicitó reuniones con el Instituto Nacional de las Mujeres y con la Comisión Asesora en Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud, para pedir una investigación sobre la actuación de las instituciones médicas en este caso.
“El fallo pone toda la carga de la prueba en la joven mujer, pero es necesario ver la parte de responsabilidad de las instituciones médicas".
"En los sectores vulnerables sigue sin haber un acercamiento de las instituciones de la salud con un trato más continuo, personalizado e integral, sobre la salud sexual y reproductiva”.
Azul Cordo relacionó lo ocurrido con las carencias en los servicios de salud sexual y reproductiva del departamento, en el que sólo dos de los 12 ginecólogos atienden las interrupciones voluntarias de embarazos.
También se está buscando apoyo para la familia de la joven, en particular para su pequeña hija, que quedó a cargo de la abuela mientras ella está en prisión.
Imágenes de Rivera, Uruguay.- El Muni.
Reúnen firmas por la liberación de la joven procesada y condenada a prisión por homicidio culposo tras parir desconociendo su embarazo.
Hasta antes de ayer, 631 personas habían firmado una petición para liberar a la joven de Rivera que, después de haber parido en su casa sin saber que estaba embarazada, ni que su embarazo estaba llegando a su término, porque llegó el momento de dar a luz, fue procesada y condenada a pena de prisión por homicidio culposo a su hijo.
Las firmas y algunas de las razones por las que se pide la liberación de la mujer se pueden ver en la página https://www.change.org/p/gobierno-de-la-rep%C3%BAblica-del-uruguay-libertad-para-joven-en-rivera, donde también se puede firmar la petición promovida por la organización Mujer y Salud de Uruguay (MYSU).
La organización no gubernamental cuestiona el fallo del juez Darwin Rampoldi, entre otras cosas, porque narra las circunstancias que vivió la joven “de forma misógina”, y porque su resolución atenúa la “nula perspectiva de género” que tiene el Poder Judicial en Uruguay, argumenta MYSU en la petición.
“Las instituciones del Estado, en este caso desde el Poder Judicial, intervienen desde un paradigma inquisitivo, condenatorio y particularmente perverso con las mujeres pobres”, señala la petición, que exige la “inmediata liberación” de la joven y la intervención de las instituciones involucradas.
Diego Ospitaleche, abogado defensor de la joven, dijo en el programa Esta boca es mía, de Canal 12, que como el delito de homicidio culposo da la posibilidad de excarcelar a la persona condenada, como primera medida, pedirá el beneficio de la libertad provisional, a la vez que solicitará “medidas alternativas para que la mujer esté amparada”.
Esto último, porque la joven, si bien no fue considerada inimputable, tiene bradipsiquismo, es decir, cierta “deficiencia mental”, según los médicos que cita la resolución judicial.
Luego, el abogado analizará la posibilidad de apelar la decisión de Rampoldi “si entendemos que no es correcta la tipificación”. “Es una sentencia muy estudiada, se tomaron su tiempo para dictarla, y nosotros tenemos que tomarnos nuestro tiempo si queremos revertir esta situación”, aseguró.
Ospitaleche dijo también que le preocupa la situación en la que queda la hija de la joven, ya de 16 meses, actualmente a cargo de su abuela materna.
El comisionado parlamentario sobre el sistema penitenciario, Juan Miguel Petit, opinó que el Informe especial sobre la creación de un programa nacional de atención a mujeres privadas de libertad con hijos a cargo, que divulgó recientemente, apunta a casos como este.
Petit opinó que como criterio general en caso de mujeres con hijos pequeños se promueve la idea de que “el reproche penal no quiere decir siempre ‘cárcel’.
El reproche penal debe apuntar a reparar el daño causado y a que la persona supere la frustración y el delito que puede haber cometido”.
Consideró importante que existan “mecanismos de prisión domiciliaria apoyados por programas socioeducativos”, para brindar apoyo a la mujer que se encuentra en una situación de vulnerabilidad.
“Hoy quizá esos programas no existan, pero estos casos muestran cómo las situaciones humanas desbordan las previsiones normativas. Hay que buscar programas que se adecuen a las personas y no adecuar ‘con fórceps’ a las personas a lo que hay”, indicó, y añadió que los programas deben “dar tranquilidad también al juez”.
Otra de las líneas de trabajo del comisionado en relación con las mujeres presas con hijos es avanzar hacia las “unidades pequeñas, no carcelarias, para madres con hijos, con atención psicosocial intensiva, para cuando el juez considere que la madre no puede volver a casa”.
“No es una población de cientos de casos, no debería ser imposible tener mecanismos para casos como estos, con programas que permitan canalizar lo que pueden aportar las distintas instituciones”, consideró.
Fuente: www.elobservador.com.uy/
Edición: Bk
El Muni.