Esta es la primera vez que os escribo, así que trataré de ser lo más precisa posible en mis declaraciones.
Por favor, por razones obvias de protección de mi vida privada, no quiero que ustedes citen mi nombre.
Mi situación es bastante "compleja", pero..., como ya nacimos, estamos obligados a vivir, ¿verdad?
Estoy en una relación desde hace 6 años, casada y madre. He engañado a mi marido varias "pequeñas" veces en el pasado. Tuve un affaire con un antiguo colega.
La citada relación extramatrimonial duró mucho en el tiempo. Finalmente, tuve que romper con el colega cuando mi marido lo descubrió todo..., aunque aquello me rompiera el corazón.
Decidí a partir de ese día no volver hacerle daño a mi marido...
Sin embargo, desde hace 1 mes mantengo una relación, con uno de nuestros proveedores, quien me solicitó en primer lugar, aunque por el momento la relación es solo platónica (sólo nos besamos y nos tocamos).
Él está provocando grietas en mi decisión de no volver a engañar a mi marido; la verdad, me está enamorando y tanto que no veo más que defectos de mi marido.
No tengo intención de divorciarme. Y antes de juzgarme, entender que cuando se tiene hijos, es difícil abandonar el hogar, incluso cuando el amor ha desaparecido.
Realmente sufro, pero tengo miedo a llevar otra vez una doble vida.