Mi niña, sé que no lo sabes; pero, quiero que lo sepas: me he hecho míos tus cambios de humor, tus miedos y temores.
Solo me falta entrar en tus sueños, en tus anhelos, padecer la misma ansiedad que tú, padecer juntos con la misma lágrima, el mismo recorrido en la misma pisada.
¿Con quién más lloraría si no lloro contigo? Quiero sujetar los dos extremos de la comba, para verte saltar cuando te ambarga la dicha y la alegría.
Mi cabeza en tu regazo, mi nuca acariciando con tus suaves nudillos, el mundo se me hace paraíso.
Me gustan tus besos en el llanto como en la felicidad, tus lágrimas de emoción en mis comisuras; ¿quién dijo que ya no caía el maná?
Si no te lo han dicho de mí, sí me lo han dicho de ti: "Bokung, hueles a la chica de Bata", lo que para mí supone el alago jamás antes escuchado, porque te quiero.
Siempre te querré, hasta el final de los tiempos...
Bk
El Muni