/image%2F0864794%2Fob_cceff1_bokung-rondi2.png)
En Ecualandia, decirte corrupto, es como si te hubieran ungido con el santo óleo. Y para que se suba el ecualandés al séptimo cielo, dile que es mujeriego: entonces se siente como el musulmán en el paraíso de las siete vírgenes.
Un ecualandés que se precie, es un As en el arte del guruguru; mejor eso que tener un expediente académico ejemplar.
Presentarte a sus cien jovencitas concubinas y sus cien chalets, le es más importante que presentarte a su esposa y los hijos e hijas que ha tenido.
Arruinarte el hígado y los riñones a base de alcohol en antros diversos, le sabe a gloria, pues se jactará de haber sido el mejor anfitrión, aunque tengas el estómago vacío todo el día.
No deshonres al ecualandés con la gilipollez de querer comer antes de la copa cuando te invita.
En ecualandia, el mejor amigo es el que se acuesta con tu mujer. Puede haber tantas ecualandesas atractivas...; pero, como la mujer del mejor amigo, ninguna.
El morbo de la mujer en Ecualandia por acostarse con un cura, es sobrenatural, y tanto que los curas son como una especie de manjar irrenunciable en el arte de la infidelidad, una dulce tentación a ojos de Dios. O sea, el cielo está más cerca con el cura chingando y a Dios rogando.
Imágenes de Guinea Ecuatorial.- El Muni.
El empleado cuya esposa se acuesta con el jefe, es mucho mejor que el trabajador eficiente, productivo y competitivo; en la misma medida es más atractiva, más sabrosa, la esposa del jefe que todas las féminas del mundo.
No duele tanto arrodilladillarse en la iglesia, mientras el cura amante está oficiando misa. Más cerca de Dios se sienten sabiendo que luego estarán en los brazos del predicador.
La lealtad en Ecualandia es más patente y más dignificante si se es analfabet@, tanto que no saber leer ni escribir es suficiente mérito para llegar a general. "Y mira que a mi padre no le hizo falta chupar pupitre para llegar a coronel".
El mayor don de una mujer es su entrepierna. Por haber nacido mujer tiene garantizada la vida, el camino a la prosperidad, un don por encima de la inteligencia y el esfuerzo.
Y no olvides que en Ecualandia, ser cura es como ser buen futbolista para el brasileño. Ni que decir tiene ser del Partido Demoledor de Guinea Ecuatorial, el mayor paraguas del mundo para la injusticia y la impunidad.
Edición: Bk
El Muni