Serge Michailof: "África no está en la vía de emerger"
El especialista francés en cuestiones de desarrollo advierte sobre el crecimiento galopante de la población en el continente africano.
Ex Director Operativo y Consejero Principal del Banco Mundial, ex representante de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) en varios países africanos, ahora un investigador asociado en el Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS), Serge Michailof ha publicado un libro cuyo título es, Africanistan (Ediciones Fayard), va en contra de la corriente afro-optimista en boga. Responde a las preguntas de Jeune Afrique.
Jeune Afrique: En Africanistan, usted dice que la falta de desarrollo en el ámbito rural y el crecimiento galopante de la población africana es probable que deshagan el progreso económico en África. ¿Es usted afropesimista?
Serge Michailof: No, en absoluto. Cuando The Economist tituló hacia finales de 2000, «Africa, the hopeless continent», ("África, el continente sin esperanza"), yo firmé una petición que protestaba contra esa caricatura. El tiempo nos ha dado la razón, ya que el continente volvió a tasas más altas de crecimiento, del 6% concretamente, en esta década de los 2000.
Pero África no está en camino de emerger hasta el momento, como lo demuestra la obra del think tank ghanéen African Center for Economic Transformation (Acet).
Dijo que el continente aún tira de las exportaciones de materias primas no procesadas y corre el riesgo de limitarse a desarrollar servicios de bajo valor añadido. África no crea puestos de trabajo, es angustioso y muy preocupante, porque no ha iniciado su transición demográfica.
Cuando más de la mitad de la población es menor de 15 años y que las clases tienen entre 50 y 100 estudiantes, es imposible garantizar una educación cualitativamente adecuada. Especialmente el galopante crecimiento de la población en el continente es lo más preocupante...
En América Latina, la disminución de la mortalidad infantil ha provocado un descenso de la fecundidad que cayó a 2,2 hijos por mujer.
En África, esta tasa es de alrededor de 5,4 niños, y más de 7 por mujer en el Sahel. Este crecimiento de la población seguirá manteniéndose, porque no hay una planificación de la familia.
Tomando solamte a Níger como referencia, las proyecciones son aterradoras. Fue el hogar de 3 millones de habitantes en 1960; hoy alberga 19,5 millones de habitantes, y contará con más de 40 millones de habitantes en 2035.
Sin embargo, sólo el 8% de su territorio recibe más de 400 milímetros de lluvia al año, donde puede permitirse una agricultura satisfactoria. Esto significa que ya está en una situación de escasez estructural de alimentos.
¿Cómo podría esa situación degenerar de la misma manera como en Afganistán?
Un fuerte crecimiento de la población, la desesperación de los jóvenes afganos sin empleo, la difusión del Islam radical, la agricultura arruinada pero salvada por el cultivo de la amapola, han anulado el efecto de cientos de miles de millones de dólares vertidos en el país.
El Sahel puede convertirse en un nuevo Afganistán: la misma superpoblación, la misma agricultura de subsistencia verse abandonada, y no hay empleos formales esperando a la vuelta de la esquina.
En Níger, el sector manufacturero moderno emplea a 4000 personas. Es imposible que absorba 240 000 jóvenes que llegan cada año al mercado laboral.
La desesperación que resulta de todo eso, hace la cama del fundamentalismo religioso, que tiene el bonito juego de atribuir la culpa a Occidente. En lugar de morir de hambre o emigrar, ofrecen a los jóvenes un Kalashnikov y el título de emir durante 25 años. ¡Y eso funciona!
En Níger, el 80% de la población vive en zonas rurales, de las cuales, sólo el 0,2% está electrificada.
¿Qué sugieres?
La reconstrucción de las instituciones soberanas - el ejército, la policía, la justicia, la administración territorial. Explicar que es el momento de poner en práctica una planificación de la familia para evitar una catástrofe, aunque sea políticamente difícil.
También hay que centrarse en el desarrollo rural, que va desde la generación de oportunidades para la pequeña irrigación y restauración de suelos - lo que creará muchos puestos de trabajo - pasando por la electrificación de las zonas rurales a través de la energía foto- voltaica, que será más asequible para el ciudadano medio.
En Níger, el 80% de la población vive en zonas rurales, de las cuales sólo el 0,2% está electrificada. Y sin electricidad no hay medicinas, no hay taller de soldadura, ni taréas escolaresque hacer cuando ha anochecido.
El desarrollo rural requerirá la reanudación de la investigación agrícola, la defensa de la tierra, la disponibilidad de fertilizantes y semillas y la mecanización.
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Imágenes sobre el continente africano.- El Muni.
Las inversiones concedidas a la agricultura oscilan entre el 2 y el 10% de los presupuestos nacionales, mientras que la gran mayoría de la población es rural.
Deben llevar esas inversiones -al menos- hasta el 20%. África debe ajustarse a las cadenas de valores globales. No es imposible, como lo demuestra Etiopía, aunque no lo rentabilicen, porque la energía y el transporte son caros allí en Etiopía.
Sería necesario que el franco CFA ya no sea gestionado, administrado y dirigido desde Frankfurt.
Y todo ello, ¿con qué dinero?
El dinero está ahí, pero está muy gestionado. Las organizaciones multilaterales se ocupan de la salud, la educación de las niñas o hacen represas, pero no son capaces de financiar instituciones soberanas o el desarrollo rural. Convendría que Francia, que les asigna una gran parte de su ayuda al desarrollo, las obligue implicarse en ello.
La creación de fondos fiduciarios alimentados por todos los donantes supondría considerables sumas para proyectos bien identificados.
También sería necesario que Francia, la que libra 10 mil millones de euros para ayuda de todo tipo, aumente sus aportaciones de 200 a 500 millones de euros, ya que la pequeña irrigación o la planificación familiar no puede ser financiadas con préstamos.
Con dieciséis países preferentes, 200 millones de euros representan nada más que 12,5 millones de euros para cada uno. Una miseria que puede gastarse solo porque el embajador de Francia se haga una foto mientras corta una cinta inaugural.
Usted se pronuncia contra el franco CFA, la moneda utilizada por catorce países de África occidental y África central ...
Sería necesario que el franco CFA ya no se dirija, ni se gestione ni se administre desde Frankfurt. Esto debilita la competitividad de los productos africanos, ya que esa moneda respaldada por el euro ha ganado entre el 30 y el 35% desde su devaluación en 1994.
Fuente: Jean Pierre Kandolo K; www.jeuneafrique.com/mag/
Traducción/Edición: Bk
El Muni