Una anciana llamada Ramata fue hallada muerta en su cama en la mañana del 18 de febrero en Sikoroni, Malí.
Siendo musulmana, el funeral se programó durante las 16 horas siguientes a su muerte, en el mismo día, sin esperar la confirmación de la muerte por los médicos.
Todos los vecinos habían invadido la casa mortuoria, cada uno recordaba haber visto a la fallecida sonriente y habladora unas horas antes en el mercado de la ciudad. ¿Qué es lo que pudo haber pasado? ¿De qué había muerto Ramata? Se interrogaba a todas las personas presentes... Nada, respondían los parientes de la fallecida.
La multitud era grande en la ceremonia fúnebre. Mientras las personas citadas se agolpaban alrededor del cuerpo sin vida de la anciana, la supuesta muerta demandaba en una voz muy débil que lo ayudaran a levantarse ... El lector o la lectora puede fácilmente adivinar el resto. Sólo quedaba al lado suyo un par de zapatos, el rosario, velos y taparrabos ... ¡¡¡Risas!!!