Finalmente se cumplió lo que ya muchos vaticinaban. Las elecciones presidenciales y legislativas de Nigeria han sido pospuestas un mes y medio.
La Comisión Electoral Nacional Independiente de Nigeria ha justificado su decisión en la necesidad de que el Ejército recupere las zonas controladas por Boko Haram en el norte del país reforzando la seguridad para garantizar el correcto desarrollo de las votaciones.
Las elecciones presidenciales, programadas inicialmente para el 14 de febrero, se celebrarán el 28 de marzo, mientras que las legislativas pasan del 28 de febrero al 11 de abril. El retraso debería permitir, en palabras de Attahiru Jega, presidente de la Comisión Electoral, “la celebración de unas elecciones pacíficas, libres y justas”.
El presidente Goodluck Jonathan se medirá con el candidato de la coalición opositora, el militar Muhammadu Buhari, que también tiene experiencia de gobierno.
Algunos analistas consideran que el retraso electoral podría favorecer al Partido Democrático del Pueblo (PDP) de Jonathan, dado que tiene más medios para prolongar la campaña en mejores condiciones, aunque no está claro cuál será el efecto final en el electorado.
No faltan comentaristas que opinen, por ejemplo, que el retraso en la votación puede enfurecer a la oposición de Jonathan, que se movilizaría para votar con la esperanza de derrotar al PDP por vez primera en diez años, dice Mail&Guardian.
Desde hace semanas se especulaba con la posibilidad de un retraso en las elecciones, no solo por la difícil situación en el norte del país, castigado con los cada vez más frecuentes y virulentos ataques de Boko Haram, sino también porque no estaba completamente resuelto el tema de las inscripciones y el censo para los casi 70 millones de nigerianos con derecho a voto.
Según Al Jazeera, las reacciones en el Estado de Borno, uno de los más golpeados por la violencia de Boko Haram, han sido mayoritariamente de decepción por el aplazamiento. “Los servicios de seguridad nigerianos han fracasado en su combate a Boko Haram durante los últimos cinco años.
Algunos ahora se preguntan qué van a hacer distinto en las próximas seis semanas o si habrá otro motivo para el retraso”, dijo la corresponsal del medio catarí desde Abuya.
Los observadores electorales de la CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental) y de la Unión Europea ya estaban en el terreno. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry se ha mostrado “decepcionado” por la decisión del aplazamiento y dijo que no era correcto utilizar “las preocupaciones de la seguridad como pretexto para obstaculizar un proceso democrático”.
Viendo los antecedentes de las últimas semanas no está claro, sin embargo, que el retraso garantice un mayor control de las zonas desestabilizadas por Boko Haram.
Chad, Níger, Nigeria, Camerún y Benín, acordaron el sábado movilizar a 8.700 soldados para luchar contra Boko Haram. Los chadianos, de hecho, ya han iniciado una intensa ofensiva en el noreste de Nigeria.
Sin embargo, como Ryan Cummings – el jefe de la consultora de seguridad Red24– opina, citado por Jeune Afrique: “Desalojar a Boko Haram de todas estas áreas en seis semanas sería un logro sin precedentes”.