El viernes, día 14 del pasado diciembre, en la localidad costa marfileña de Abobo Samaké, una mujer vejada porque su marido no quería hacer el amor con ella, intentó suicidarse.
Nafissatou de 28 años aproximádamente, estaba furiosa contra su marido Idrissa de 30 años, quien rehusaba tener relaciones sexuales con ella. Por la ocupación de Idrissa, caravanero de mercancías, la mujer no veía a su queridísimo desde hacía un poco más de un mes.
Así pues, aquel viernes, Nafissatou esperaba tener relaciones sexuales con su marido, lo que éste habría rechazado. Estado vegetativo. El hombre prefirió el placer de reunirse con sus amigos entorno a una taza de té antes que satisfacer los deseos de su esposa.
Nafissatou se encerró entonces en la ducha. Durante más de dos horas, la mujer no respondía a ninguna llamada. Dicha falta de respuesta se fue haciendo cada vez más inquietante tanto que tuvieron que derribar la puerta de la ducha. Le encontraron por fin en el segundo estado de inconsciencia; o sea, el vegetativo.
Las numerosas pastillas de Paracetamol y de Amoxicilina a penas abiertas cerca de ella hacían plausible la hipótesis del suicidio. El marido, rápidamente informado, con la ayuda de los vecinos, se precipitó inmediatamente en evacuar a su mujer hacia los servicios de urgencias.
Cuando la mujer recuperó la conciencia le confesó al equipo médico que le salvó la vida que prefería morir si su marido no le hacía caso.
Fuente: koaci, Abidján