Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog
El Muni

Sucesos insólitos en el corazón de África - África profunda - Información alternativa - Narraciones románticas - Ideas - Pensamientos - Opiniones - Punto de vista El Muni - Las Américas - Amistades - Derechos Humanos - La Mujer ayer y hoy - Política - Sociedad - Religión - El ser humano - Mundo cosmopolita - Salud - Educación - Ciencia - La Historia - Música - Lucha por las libertades -... [Busque su tema seleccionado con la lupa, en las etiquetas, en archivos, en las páginas (según año y mes de publicación)]

No tienes ni remota idea de cuánto te quiero XXXVII.

Publicado en 27 Marzo 2014 por Bokung Ondo Akum in Narraciones

A las cuatro de la madrugada,
eran las cuatro de la mañana,

convinimos una señal cariño,
para las cuatro de la mañana,
¿te acuerdas, mamita?
Y yo, por esa señal  me guiaba.

 

Esa hora, mi punto de referncia, mi motivo, 
para todo en esta vida:
la hora que te esperaba;
contigo,
la hora que me reunía;
la hora que todo en mi vida resumía.

 

Cuando aquella madrugada  no llegabas;
deduje, algo iba mal.
Deduje, te había perdido para siempre y,

deduje, nos ha descubierto.
No quería preguntarme si algún derecho sobre ti tenía,
más aún  me hundiría,

la respueta me hundiría en la tristeza.

 

Hasta la extenuación me desesperé;
hasta la desesperación lloré:

lloré pot ti, mi dicha;
lloré por mí,
amada;
lloré por nosotros,
mi dama;
hasta la angustia más profunda.

 

Me maldije con todo lo que me quedaba de aliento,
me maldije y volví a maldecirme,
por no haberte rescatado a tiempo.
Despierta mi conciencia culpable,
mi alma castigo imploraba.

 

Sufrí lo insufrible mi niña.
Como si los dioses me hubiesen asistido,
por fortuna no llegaste a tiempo,
retrasaron tu llegada otros motivos;

otros me imaginé ansioso.

 

Muy cerca estaba del paroxismo
cuando más soportables otros motivos
por todos los dioses, alma mía,

juntos seguimos en este mundo.

 

Los días de lluvia me recuerdan a ti,
a ti los días soleados,
a ti las noches frías,
no soporto los día ni las noches sin ti.
¿Qué haría con las cuatro estaciones del año sin ti?

Hoy me puse tu albornoz aunque no me cabía,
tu aroma en él sigue impregnada;
en los vapores de la ducha te veía;
mi brazo sobre la almohada tendida,
pensé que eras tú.

 

 

 

Ahora que estamos juntos,
contigo en mis brazos,

quiero fundirme en tu alma,
quiero abrasarme en tu pasión.

Más a salvo me siento yo
que tú ante un débil enamorado,
¿No estarás pensando que sin ti mi vida no tendría sentido?
¿En eso estás pensando, cariño? 

Si piensas eso has acertado;

pues no sabría vivir sin ti, mi amor.

 

Nunca sabré agradecerte,
ni con las palabras tu amor, mi dicha.
no alcanzo agradecerle al mundo
lo afortunado que me has hecho.

 

No sabría guiarme en la vida sin ti, mi niña.
Te necesito tanto...

 

Solo por ti mi vida tiene sentido,
porque te quiero.

 

 

 

 

 

Sin ti no vivo.

Sin ti no vivo.

Comentar este post