1. Aprende a culpar a tu pareja de todo lo que pasa en la relación. Tú no eres responsable de nada de lo que pasa; como mucho, lo que hagas mal o lo que te pasa viene inducido por otros. A ti que no te meta en sus problemas porque esos son tóxicos para vuestra relación. No es posible que tú puedas pensar o actuar por otras personas ¿verdad?
2. Enfócate en el pasado, sobre todo si ese pasado es causa de dolor, angustia y trae al recuerdo algún problema que no se pudo solucionar. Compárale con tu anterior pareja con quien tuviste una experiencia que jamás repetirías, mucho menos se la desearías ni a tu peor enemigo .
Aférrate a las cosas, a las discusiones y a los sucesos que te duelen, sucesos que por mucho que se disculpe, jamás podrá enmendar. Nada mejor como hacerle sufrir varias veces por lo mismo, después de todo ya sabes cómo va a terminar esa discusión.
3. Quéjate, reprocha y recuerda todo lo que te ha hecho, todo lo que te ha prometido y no te ha cumplido y sobretodo, quéjate cuanto puedas ante quien puedas, así no solo vas a sentir infelicidad, también la gente que te rodea será consciente de lo mal que vives con tu pareja. ¡Qué mejor que tener porras para el dolor!
4. Cuando hablen de cosas íntimas o surjan discusiones, no te atrevas a contestar nada. Dosifícale el sexo al mínimo, todo lo que puedas hasta exasperar a tu pareja. A nadie se le escapa que el sexo es el gran elixir, el disolvente universal de problemas en la relación de pareja. Saber negarle el sexo a la pareja con sutiles y convincentes excusas, te otorga un porder exclusivo en la relación, como el que tuviera Herodes sobre Juan.
Hazte la inocente o el inocente, como que no pasa nada en la relación cuando sabes que solamente te falta una vulta de tuerca más para que estalle. Y como no estás para dar solución a sus estallidos, no le quedará otra opción que tomar la puerta y largarse.
No le pidas que se quede, tu orgullo está por encima de cualquier sufrimiento emocional ajeno en ese momento, con independencia de que lo puedas tener como una patología crónica.
Asegúrate de que tu pareja no entienda en asobluto nada de lo que está pasando, ni mucho menos te pliegues a darle ninguna explicación si queres que viva el dolor por la separación en la incertidumbre, en la total ignorancia; así, de esa manera, como un acelerante en un incendio, aceleras su marcha porque ya no aguante más seguir quemándose por dentro sin consuelo ni hombro al que llorar.
No te desgastes dando tu punto de vista. Porque sin querer, tu punto de vista le puede servir de alivio para su dolor interior; no le des ese beneficio. Si te puedes dormir, ver el techo o jugar con tus manos son acciones muy recomendables; o simplemente quédate tumbada como un tronco ignorando su presencia y sus sentimientos.
Un desliz tuyo, o tu debilidad por intimar con la pareja, puede dar al traste con tus planes. Ignorar los sentimientos de la persona lastimada es un quehacer acertado para alejar a tu pareja, no lo olvides.
5. No cumplas con tu palabra; las promesas se hicieron para romperlas; las intenciones son suficientes si realmente te relacionaste con la persona; no pudiste o se te olvido en el camino; ni hables, ni te justifiques, no tiene sentido, después de todo ¿lo que estas buscando es perder a tu pareja no?
6. Ni un detalle, ni una atención, nada que haga sentir bien a tu pareja, después de todo cuando haces algo que según tú es bueno o bonito ni siquiera te lo valora ni te lo agradece; así que, ¿para qué te esfuerzas?.
7. Tú te mereces todo como lo habría hecho por él, no te conformes con miserias. Todo lo que te den es poco, todo lo que te demuestren no es suficiente; recuerda que tu eres tan especial que lo mucho, es poco cuando se trata de ti. No te limites a tus expectativas.
Y si alguna vez hicieste algo bueno para tu pareja, minimícelo siempre, esperando recordáserlo cuando mejor te convenga. Así, agudizas su malestar su impotencia y el sentimiento de culpabilidad. Si es una persona reflexiva, no le quedará otro remedio que pensar: si mi pareja me hizo tan cosa buena, no es justo que no se la paque igual de bien.
8. Trata de controlar todo lo que sucede en el entorno de tu relación, es decir, tú tienes que saber dónde va, con quien está,que grado de relación tiene con quienes se va, qué dice cuando está con los que cree suyos, cómo se viste, qué compra y todo lo demás; sin mostráselo, trata de ir aislándole paulatinamente de sus amistades, esperando la mejor oprtunidad para malmeterte y descalificar, no a sus amigos directamente, sino a determinadas conductadas de ciertas amistadas.
De ese modo, evitas que caíga en la cuenta de que le quieres alejar de sus amigos o familiares. Después de todo, el control te da seguridad y nutre tu ego. Además asegúrate de que diga lo que tú le has dicho que diga y haga las cosas como tú le has enseñado; al fin y al cabo, nadie sabe mejor que tú.
9. No le des importancia a tu pareja, aunque aparentes que pueda seguir contando contigo, pero que le mantengas siempre en la cuerda floja haciéndole sentirse cada vez más vulnerable.
Si antes de que se marche crees posible obtener algún beneficio más de él; presiónale hasta la extenuación, haciendo hincapie en que ese último esfuerzo suyo, puede ser la salvación de vuestra relación, aun cuando saber que está al límite de sus posibilidades.
Si estás trabajando o simplemente tienes obligaciones cotidianas, antepone tu trabajo y tus obligación para mostrarle que sin tu trabajo y tus obligaciones, contar solo contigo, tu vida sería una auténtica ruina ya que ése trabajo y tus obligaciones te dan el sustento y la seguridad; cuida de tus amigos, ellos no te piden nada a cambio; no cuides de los suyos, porque tus amigos sí te entienden y acompañan cuando los buscas.
Ten en cuenta a todas las personas que quieren tus padres, abuelos, hijos, etc. Tu pareja, si te quiere, te va a comprender, es lo mínimo que puede hacer por ti.
10. Lo más importante es que nunca agradezcas nada; nunca pidas perdón si le has fallado; tu orgullo no está para esas memeces, da de hecho todo lo que hace por ti porque es su obligación.
¿Recuerdas la regla numero 7? Tú te lo mereces todo, entonces no tienes nada que agradecer, elogiar o reconocer. Por qué vas a demostrar tu lado humilde o tu sensibilidad, jamás te impliques en la cercanía, la sinceridad y la humildad; eso no sirve para perder a tu pareja, ¡ten mucho cuidado!
La lógica indicaría pensar, por supuesto, que el abuso doméstico, el alcoholismo, la drogadicción y la infidelidad serían las razones más comunes para terminar con el amor de cualquier pareja.
Sin embargo, lo más alarmante es que la mayoría de los divorcios (73%) y las rupturas sentimentales, más que por las causas dramáticas de los comportamientos tóxicos o enfermos, los divorcios y las rupturas de pareja surgen por la falta del interés por tratar de resolver los conflictos.
Este es un hecho siempre acrecentado por el orgullo y la inflexibilidad. Aquí, cabe preguntarse, pues, si alguna vez le hubo como para no sentarse a resolver los problemas colaterales que estén lastrando el tronco de cualquier verdadera unión sentimental, el amor.
Una persona pierde el amor de su pareja, poco a poco y sin darse cuenta, no se necesita tener un problema mayor, todo comienza con un descuido pequeño, un dolor minúsculo o un silencio que se agudiza con el tiempo; por la falta de compromiso, por el exceso de expectativas irreales, las carencias y la imposibilidad de poder resolver los conflictos.
Tristemente los divorcios, las rupturas y las separaciones dejan marcas difíciles de borrar y aunque en muchos casos las personas superen el dolor, siempre queda el testimonio vivo de una perdida personal.
En el cénit de tu propio proceso de ruptura, por si algo no estuviera saliendo como esperabas, un golpe definitivo podría ser restregarle a la cara a tu pareja sus defectos personales, como alguna dolencia que tuviera, alguna enfermedad que te hubiera confesado en confianza y, de paso, declararle inválido, un incompetente a todos los efectos. Lo que dará a entender que no es apto para ser tu pareja, porque no sería capaz de cubrir tus espectativas siendo un tullido. Aquí, en este punto, habrás sacado una Matrícula de Honor.
Fuente: actitudfem.com; Bokung Ondo Akum
Edición: Bk
El Muni