El futuro del hombre fuerte de este país de millón y medio de habitantes situado en el golfo de Guinea pende ahora de que los jueces franceses encuentren su acta de nacimiento en el registro de Nantes, que recoge todos los documentos oficiales de las colonias francesas.
Lo que comenzó como una disputa testamental puede tener importantes consecuencias políticas, puesto que la Constitución de Gabón impide que se presente a las elecciones alguien que no haya nacido en el país. Ali Bongo opta a revalidar su mandato por siete años en las presidenciales de agosto de 2016.
La oposición gabonesa se aferra a esta demanda para demostrar que, como sostiene el periodista francés de investigación, Pierre Péan, el actual presidente de Gabón fue adoptado por su padre y antecesor en el cargo Omar Bongo en Nigeria durante la llamada guerra de Biafra a finales de los 60.
Omar Bongo gobernó Gabón con mano de hierro desde 1967 hasta su muerte en 2009, momento en el que fue sustituido por su hijo Ali, que no ha abandonado el poder desde entonces.
Ali Bongo asegura que nació en Brazaville el 9 de febrero de 1959, pero no ha podido aportar ninguna prueba documental, lo que alimenta el misterio.
Pero, entre tanto, unas diferencias sobre la herencia de su padre, pueden acelerar el proceso.
Considerado heredero legítimo de la multimillonaria fortuna que amasó Omar Bongo, Ali tuvo derecho a su parte de la sucesión.
Pero hace unos meses, una de las 53 personas que tenían derecho al reparto de la fortuna de Omar Bongo llevó el asunto a los tribunales.
Onaida Maisha Bongo Ondimba, cansada de las largas de su hermanastro a la hora de mostrar su partida de nacimiento, recurrió a la justicia.
Un procedimiento que acabó desembocando en Francia, puesto que en 1959 Gabón estaba bajo administración gala.
“Lo único que pretende mi cliente es demostrar que Ali Bongo tiene derecho a la parte de la herencia que le corresponde como heredero universal”, asegura el letrado Éric Moutet.
El rastro de la eventual partida de nacimiento del presidente gabonés lleva hasta los archivos de Nantes, donde la administración francesa conserva todos los documentos civiles emanados de su administración de la África Ecuatorial Francesa, que agrupaba las colonias galas en ese continente.