Los niños autistas no distinguen bien olores desagradables. - El Muni
La mayoría de personas no podemos evitar acercar la nariz y aspirar profundamente para percibir y deleitarnos con el olor de un pastel recién horneado, de un ramo de flores o de un bote de café. De la misma manera, solemos contener la respiración y hacer una mueca de asco ante pescado pasado.