“Miles de niños” trabajan en las minas de oro de Ghana, la mayoría de las cuales “no tienen licencia o son explotadas en forma artesanal”.
La denuncia fue realizada por la ONG Human Rights Watch en el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, y dio a conocer los resultados de su propia investigación.
En particular, adolescentes que a menudo no tienen más de 15-17 años son utilizados para transportar cargas pesadas en las galerías de las minas, y corren peligro de desarrollar enfermedades respiratorias o de ser envenenados por mercurio, que otros compañeros utilizan para procesar el mineral.
Para detener el problema – señaló HRW – no son suficientes los controles efectuados regularmente por 5 de las 6 empresas que se encargan de refinar el oro de Ghana. En muchas de estas inspecciones hay deficiencias, explicó la investigadora de HRW Juliane Kippenberg.
Específicamente, lo que falta es un seguimiento constante, y en este sentido también se le atribuyeron responsabilidades al gobierno de Ghana. Sin embargo, el Ministerio de Trabajo local reiteró que no se puede abordar con eficacia el fenómeno “por un problema de recursos”.
El estudio presentado en Acra es fruto de investigaciones realizadas en las regiones de Alta Ghana Occidental, Ghana Central y Ashanti entrevistando a decenas de niños trabajadores en las minas de oro. Este mineral, después del petróleo, es la fuente más importante de ingresos para Ghana, que es el segundo productor africano, después de Sudáfrica.
Dos peruanos son procesados en Noruega por robar en 2012 las joyas de oro del rey ghanés Otumfuo Osei Tutu II, cuando este visitaba ese país para un evento.
Las alhajas, valoradas en más de 150.000 , estaban en una maleta, la cual fue arrebatada por uno de los sujetos cuando la delegación del monarca iba a registrarse en el hotel Radisson del centro de Oslo.
Según el medio noruego TV 2, uno de los hombres se declaró culpable en el juicio, mientras que el otro peruano, de 41 años, dijo ser inocente. Según la Policía, este manejó el vehículo en el que huyeron los ladrones.
La acusación señala que una tercera persona, María Elena Ayma Ludeña, la peruana de 57 años detenida en Perú por ese hecho, se encargó de distraer al botones del hotel, mientras su cómplice se llevó el equipaje con las joyas, que aún no han sido recuperadas en su totalidad.
Los tres delincuentes violaron la sección 257 y 258 del Código Penal de Noruega, por lo que les acusa de robo agravado en un lugar público y enfrentan una pena de seis años de prisión.
Las identidades de los dos hombres no fueron reveladas, pero uno de ellos sería José Oblitas Vidarte Monteza.
La peruana que robó las joyas al rey de Ghana las fundió y las vendió por 44.000 dólares USA.