No es una conspiración. No son los Illuminati. No son viejos venerables cogidos de la mano invocando a Lucifer. Son la élite de los poderes fácticos y financieros del mundo.
La cúspide del poder. Los Rockefeller, Krupp, Rothschild, Kissinger o Murdoch se llaman por el nombre de pila con reyes y reinas, presidentes, comisarios europeos, CEOs de las más decisivas corporaciones mundiales y editores de los principales medios de comunicación. Este es el Club Bilderberg.
La reunión nació en el hotel Bilderberg de Oosterbeek (Países Bajos) –de ahí su nombre– y fue auspiciada en 1954 por David Rockefeller y Bernardo de Holanda (padre de la princesa Beatriz, madre del actual rey Guillermo).
Una confluencia de intereses entre EEUU y Europa al más alto nivel que ha venido sucediéndose ininterrumpidamente desde entonces en distintos puntos del planeta.
Este año tiene lugar en el hotel Interalpen Tirol, un lujoso establecimiento situado en el corazón de Austria que está a solo 40 minutos del castillo bávaro donde acaba de reunirse el G7.
Según ha podido saber Vanitatis, los temas de debate en Bilderberg irán de la inteligencia artificial al terrorismo internacional pasando por Oriente Medio y las próximas elecciones en EEUU.
Allí asistirá, por primera vez, Pedro Sánchez, secretario general del PSOE. Repiten Juan Luis Cebrián, CEO de Prisa y miembro del comité ejecutivo del Club Bilderberg, y Ana Botín, presidenta del Banco Santander.
Quien no estará será la Reina Sofía, habitual del club, por razones que solo ella conoce. “Las puertas de Bilderberg siempre le estarán abiertas”, asegura a Vanitatis Daniel Estulin, analista de contraespionaje y exmiembro del Servicio Federal de la Federación Rusa (FSB), sucesor del viejo KGB.
Nadie como Estulin conoce los entresijos del Club Bilderberg. Su libro La verdadera historia del Club Bilderberg (2005) lleva vendidos más de 6 millones de ejemplares. Luego llegarían dos secuelas y volúmenes como Los señores de las sombras, El imperio invisible o El instituto Tavistock.
A finales de junio presentará una película basada en sus investigaciones y en octubre llegará a España su siguiente libro, esta vez sobre el Islam y el auge de ISIS, también con el sello Planeta. Vanitatis ha podido hablar en exclusiva con él en Barcelona, donde está ultimando el montaje de la película sobre el Club Bilderberg.
Desde que dejó Rusia no duerme en la misma ciudad más de quince días. Conferencias, reuniones y presentaciones lo tienen en movimiento continuo. Es fácil contactar con él, pero no localizarlo si el exespía no lo desea. Con Estulin hemos querido trazar un póquer de élite: el de las mujeres más poderosas del Club Bilderberg.
Ana Botín (Santander, 1960)
La sucesora de Emilio Botín estudió en Bryn Mawr con la élite norteamericana y es una perfecta encarnación del poder financiero: ocupa hoy el nada desdeñable puesto de 18ª mujer más poderosa del mundo, según Forbes, cuando hace cuatro años estaba en el 77. Ella aún es novata en el Bilderberg, pero la institución que preside, el Banco Santander, lleva años representado en la reunión anual. Ana Botín es, además, consejera de Coca-Cola.
Marie-Josée Kravis, doctora en Derecho y nacionalizada estadounidense, ha sido columnista de La Presse, de Montreal Gazette y el Financial Post de Canadá, y ha colaborado en el Wall Street Journal.- El Muni.
Marie-Josée Kravis (Québec, Canadá, 1949)
Si el lector imagina a esa dama de la selecta sociedad neoyorquina que encarna la quintaesencia del benefactor de las artes, está pensando en Mrs. Kravis.
De hecho, ella y su multimillonario tercer marido (estuvo antes casada con un ministro canadiense y con un director de orquesta), Henry Kravis (mandamás de la firma de capital privado KKR) son los principales donantes del Lincoln Center, aunque también contribuyen a la lucha contra el VIH y la malaria, a la investigación cardiológica y las nuevas músicas europeas.
Marie-Josée, doctora en Derecho y nacionalizada estadounidense, ha sido columnista de La Presse, de Montreal Gazette y el Financial Post de Canadá, y ha colaborado en el Wall Street Journal.
Fue miembro del consejo de administración más poderoso de su país, el Banco Imperial de Comercio, y al llegar a EEUU decidió no bajar de ahí: presidente del MoMa de Nueva York, miembro de la Autoridad de Museos de Catar, del muy importante think thank Hudson Institute, de la junta directiva de la Reserva Federal de EEUU y hasta del consejo internacional del Museo del Prado de Madrid.
También está en el consejo de administración de LVMH. El matrimonio Kravis no tiene hijos, pero sí casas por todo EEUU, aunque la joya de la corona es un tríplex en el 375 de Park Avenue. El New York Times la considera “un pilar de Manhattan”. Lleva 14 años sin faltar al Bilderberg.
Heather Reisman (Montreal, Canadá, 1949)
¿Se imaginan el FNAC que saldría si unimos el madrileño de Callao y el barcelonés del Triangle? Multiplíquenlo por seis y tendrá un establecimiento Indigo Books & Music, la mayor cadena de distribución cultural de Canadá. Aunque no encontrará un solo libro de Daniel Estulin en sus estanterías.
“Si alguien quiere saber sobre el Bilderberg, debe encargarlo y pagar por adelantado”, señala nuestro espía. Su propietaria, una de las 50 mejores empresarias del mundo según Financial Times, ha sido gobernadora de la Bolsa de Toronto y es la editora del Huffington Post en su país.
Se graduó en Trabajo Social en la Universidad McGill y comenzó a trabajar como asistente, hasta que se inclinó por los negocios: Paradigm Consulting Inc, Cott Corporation y, finalmente, Indigo. En 1982 se casó con el millonario Gerry Schwartz, CEO de la firma de capital privado Onex Corp.
Reisman es la empresaria judía más prominente de Canadá y a través de la Gerald Schwartz & Heather Reisman Foundation hace generosas donaciones a representativas instituciones de su credo.
Tan férreo es el control que ejerce la empresaria sobre su vida privada que, a pesar de tener cuatro hijos y siete nietos, son unos perfectos desconocidos para la sociedad canadiense.
Ni siquiera en una enjabonadora entrevista concedida a la revista The MOMpreneur sobre madres de familia emprendedoras. En cambio, sí opina de la bomba de relojería que suponen Oriente Próximo y China. Pura casta bilderberger.