Thomas Kenny, de 25 años, casado y con dos hijos, tuvo un romance en 2012 con otra mujer. Su amante se quedó embarazada como resultado de dicha relación.
El joven trató de convencerla de abortar en vano. La mujer prefirió tener el bebé.
Furioso, este residente de Shirley, Reino Unido, le juró entonces a la mujer que no pagaría ni un centavo para la educación de ese niño.
En junio de 2013, la agencia británica encargada de las asignaciones familiares exigió que se hiciera una prueba de paternidad.
Con el fin de no pagar la pensión alimenticia de su hijo, Thomas Kenny envió a un colega que se parecía mucho a él hacer la prueba de paternidad en su lugar.
Pero la administración se dió cuenta de su pequeño engaño y los dos hombres fueron arrestados. Kenny Thomas fue condenado a seis meses de prisión, más doce por fraude y, a pagar 885 libras por daños y perjuicios, más 500 quinientas libras de costas procesales..
Fuente: faitsdivers.org; netafrique.net
Edición/Traducción: Bk
El Muni