Cuando se encontraba en Singapur, como miembro del COI, el Príncipe Alberto II de Mónaco reconocióen público ser el padre de un niño negro de 22 meses, a través de un comunicado oficial firmado por su abogado y amigo personal, Thierry Lacoste, en unos términos que anuncian los nuevos rumbos que pudiera tomar su vida, su familia y el futuro mismo de su diminuto reino con siete siglos de historia.
Lacoste, jurista muy versado en temas penales, derechos de imagen y medios de comunicación, dio la noticia ayer por escrito, afirmando hablar en nombre del Príncipe soberano Alberto II de Mónaco, «que ha reconocido al niño y desea que pueda vivir el tiempo de su infancia y adolescencia en un marco de vida sereno, tranquilo, aislado, totalmente al margen de los medios de comunicación».
En apenas veinte palabras, el jurista principesco, principal negociador con los abogados y «consejeros jurídicos» de Nicole Coste, azafata a la que conoció durante un vuelo y amante durante varios años, lanza una advertencia apenas velada a la madre del hijo «natural pero no legítimo»: Alberto no aceptará que la madre / amante «presente» al niño a los medios de comunicación.
Thierry Lacoste fue el representante de Alberto II durante las negociaciones del reconocimiento oficioso, jurídico y finalmente público del hijo negro.
Negociaciones que concluyeron con el «armisticio armado» del que sólo se conocen algunos detalles condicionales. Nicole Costa recibirá una renta de unos 10.000 euros mensuales.
Ella y su hijo vivirán en una residencia propiedad de Alberto (en París y en la Costa Azul), que se ocupará personalmente de todos los detalles prácticos de la educación de su hijo, que no llevará el apellido y títulos de los Grimaldi y debe descartar cualquier aspiración sucesoria.
Con meridiana claridad diplomática, Thierry Lacoste, desvela otra de las condiciones capitales del Príncipe monegasco: «Éste es un asunto particular, que sólo afecta a la vida privada del soberano, sin incidencia de ningún tipo para el futuro de la dinastía Grimaldi, que seguirá su curso, cumpliendo los principios constitucionales».
Alberto II deja decir a su abogado: «El pequeño Alexandre tendrá derecho a herencia, al mismo título que los hijos del Príncipe, cuando este tenga descendencia».
Fuente: www.abc.es/hemeroteca/historico.html
El Muni