
Con 35 años, Mr Jean K. piensa que en los funerales no existe un solo momento de felicidad y a ellos no se va para hacerse fotos con hombres y divertirte. Aquél jueves por la tarde, el hombre decidió separase de su mujer después de pasar ella dos semanas en Yamoussoukro, centro del país.
Mr Jean K esperó el regreso de su mujer para tomar esa decisión. Habiendo constatado durante esas dos semanas el comportamiento paradógico de su mujer de 27ans. Ella estaba constantemente conectada en la red social Facebook y posteaba fotos en las que se la veía con un hombre o con varios.
Si ellos no se abrazaba los unos a la otra, era ella la que repartía besos en la mayoría de las fotos posteadas en la red social. Su marido le veía con aire de estar pasádoselo pipa en los funarales.
Sin embargo, al teléfono, según aseguró el marido contactado por koaci.net, «ella se comunicaba con una voz triste y movía la cabeza como un muerto listo para ser enterrado».
El marido tuvo la impresión de que le tomaba por un idiota y su comportamiento ha roto ya su confianza.
A su llegada el jueves por la tarde a casa, dividido entre los celos y la cólera, el hombre de 35 años se negó categóricamente abrirle la puerta a su mujer. Como ella insistía, él empezó a tirar sus pertenencias fuera de la casa antes de denunciar el comportamiento de su mujer ante los vecinos, curiosos y cotillas que se habían acercado al domicilio del matrimonio.
Después de 3 años de vida en común, ese hombre decide separarse de su mujer a causa de los abusos de ésta en las redes sociales. Tienen un hijo en común, un niño de tres años, Adriel.